Desde que existen registros sobre el precio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), es decir desde 2001, tanto para el sector rural como el urbano, este año ha sido en el que los salvadoreños más han tenido que pagar por los alimentos que consumen.
Así lo reflejan los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (ONEC, antes Digestyc), los cuales solo representan las situaciones difíciles a las que se han tenido que enfrentar los bolsillos de los salvadoreños.
Con diversas circunstancias siendo claves para impulsar el alza en el precio y costo de los alimentos, al menos hasta octubre, la CBA urbana llegó a los $239.87, una cifra que supera en un 85.1% al precio que tenía en 2001, lo que confirma cómo el costo de la vida ha ido hacia arriba en todos estos años.
Por su parte, con un aumento similar (85.7%), la CBA rural llegó a los $183.36, un valor muy alto y muy lejano de los $98.70 que pagaban las familias del país hace 21 años.
En este sentido, cabe señalar que el precio de la canasta básica no ha sido lo único que ha impactado a la economía familiar en El Salvador, pues los demás bienes y servicios también se dispararon y alcanzaron niveles también históricos.
Además, tampoco hay que olvidar que el costo de la canasta básica que calcula la ONEC toma como base el consumo de alimentos que realiza una familia de cuatro integrantes, por lo que una familia con más miembros, o que se sostenga con un solo salario, tiene que sacrificar muchas necesidades para cubrir otras.
De hecho, una de las encuestas más recientes, realizada por la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FundaUngo) en la segunda semana de noviembre, arrojó que un 67.1% de las familias que viven en el país han tenido que dejar de comprar ciertos alimentos debido a los altos precios.
Si nos vamos a datos más específicos, productos como los huevos, el aceite, los frijoles, las hortalizas o los demás granos básicos llegaron a precios no vistos en años, pues solo el quintal de frijoles, incluso, llegó a valer unos $107 en algunas zonas del país.
Por esta situación, la misma encuesta de FundaUngo, y una más anterior realizada por la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) concluyeron en que el tema económico fue, en 2022, la principal preocupación en el país, desplazando al tema de la violencia e inseguridad como el problema que más aflige a los salvadoreños.
La inflación golpeó fuerte
Por otro lado, al hablar sobre el precio de los alimentos, o de la canasta básica en general, es imposible no mencionar un factor clave dentro de la ecuación, como lo es el tema de la inflación, la cual en 2022 también alcanzó la cifra histórica de 7.76% en junio, la más alta desde 2010.
Pese a que ese índice inflacionario comenzó a ceder hacia noviembre (bajando hasta los 7.32% interanual), sigue siendo bastante alta si se compara con el nivel de inflación que el país registraba en 2020 o en los años anteriores a la pandemia de covid-19.
En este punto, cabe mencionar que la inflación no solo afectó en el país, sino, a nivel global, siendo Estados Unidos uno de los principales afectados. Aún así, los salvadoreños en 2022 tuvieron que pagar más por cosas como los alimentos, los servicios diversos, la gasolina o el entretenimiento.