Desde el pasado martes, el volcán Chaparrastique de San Miguel continúa su proceso de emanación de gases. Hasta ayer, el observatorio del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales MARN había registrado una serie de explosiones leves a través del cráter central del cráter.
La mañana de viernes dichas explosiones fueron observadas a las 5:31, 7:14, 7:54, 8:54 y 9:54 de la mañana, consideradas “normales”, a criterio Agustín Hernández, vulcanólogo y catedrático de la Universidad de El Salvador, ya que se trata de un volcán joven.
“Hacen erupción muchas veces y a medida van haciendo erupción van construyendo su edificio volcánico, con la diferencia que la actividad es menos peligrosa con los volcanes más viejos”, explicó Hernández, quien hace la comparación de la erupción del volcán de Santa Ana en 2005 con la erupción del volcán de San Miguel en 2013.
“Fue mucho más potente el de Santa Ana por que se puede ubicar en una etapa de adultez”, prosiguió.
Al ser considerado más joven, el historial eruptivo del volcán de San Miguel es más frecuente que los otros que se encuentran en el país. “En general podríamos decir que el volcán de San Miguel se encuentra casi siempre haciendo algún tipo de actividad eruptiva”.
Los testimonios
Desde su casa de habitación en caserío La Piedrona del cantón Piedra Azul, municipio de San Rafael Oriente, el agricultor José Aquilino Aparicio Gómez, de 73 años, ha sido testigo de varias emanaciones de gas y ceniza del volcán de San Miguel
“Todo el tiempo para esta fecha (finales de año) hace esto, como si fuera el movimiento de invierno a verano … para nosotros es normal como siempre, siempre que hace esos movimientos sentimos lo mismo (retumbos y olor a azufre), no nos preocupa porque no miramos que pasa a más, nomás estar esperando y cuando acordamos no hay movimiento”, expresó el migueleño.
Pero él reconoce que con la erupción del 29 de diciembre del 2013 le tocó evacuar a su familia, y solo quedaron algunos jóvenes para resguardar sus pertenencias.
Mientras los expertos se encargan de observar algunos parámetros para determinar si existen las condiciones de una posible erupción volcánica.
“Se debe de observar cómo sigue la actividad, los flujos de CO2, los flujos de óxido de azufre, la deformación. Y con base a cómo evolucione esos parámetros, se puede perfectamente saber si el volcán va aumentar en su nivel de actividad o si se va a ir quedado como ha estado hasta ahora”, detalló el vulcanólogo Agustín Hernández.
El informe especial número 3 del Ministerio de Medio Ambiente, emitido a las 11:00 de la mañana del jueves, reportó que las variaciones en la sismicidad registrada por la estación volcán de San Miguel (VSM), mantenía su comportamiento típico en el conteo de sismos diarios.
Así también las mediciones de gases realizadas en campo con equipo Móvil DOAS, indicaron 150 toneladas por día de Dióxido de Azufre; el umbral base de comportamiento normal en el volcán de San Miguel es de 300 toneladas por día.
El jueves pasado, el Ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain, anunció que han activado 26 albergues: Ocho en La Unión, siete en San Miguel, nueve en Usulután y dos en Morazán, para atender a unas 10,000 personas.
La erupción volcánica de diciembre de 2013 dejó unas 2,214 personas evacuadas en 13 refugios en la localidad de San Miguel y otras localidades cercanas. Algunos de los pobladores se refugiaron en casa de familiares o amigos, cuando la erupción de gases y cenizas se elevó aproximadamente 5 a 10 kilómetros y se dispersó hacia el occidente.