Yesi Carolina Chávez Ramírez fue procesada por dos secuestros y un homicidio en la década pasada. En uno de los casos, la víctima fue un hombre joven con quien supuestamente se involucró en una relación sentimental, la cual terminó el 14 de julio de 2010. En otro caso, la víctima solo fue identificada con el nombre clave “Pedro”.
Para entonces, Yesi Carolina sostenía simultáneamente otra relación sentimental con el cabecilla de primera línea de la Mara Salvatrucha (MS-13), Élmer Canales Rivera, alias “Crook”, a quien le hacía visitas conyugales en la cárcel de máxima seguridad, según consta en diversos documentos judiciales.
El Crook se enteró de que Yesi Carolina le era infiel con un joven profesional, representante legal de una empresa de telefonía. Y planeó la forma de ajustarle las cuentas sacándole provecho económico y usando a la misma mujer como señuelo.
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Doce años después, tal vez sin pretenderlo, Yesi Carolina ha revelado detalles de cómo el Crook pasó de estar en el penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, a estar en la comodidad en una habitación de una torre de apartamentos en la colonia Escalón y luego disfrutando de bebidas alcohólicas y cocteles de mariscos, preparados en un restaurante de Jalpatagua, un pueblo de Guatemala fronterizo con El Salvador.
El Faro publicó el lunes anterior varias imágenes que Yesi Carolina publicó en sus redes sociales, y testimonios de pandilleros y expandilleros con los que ha reconstruido cómo fue su viaje desde Zacatrás hasta México, del Crook.
Antes, el mismo periódico reveló audios en los que se detalla cómo Carlos Marroquín, conocido como Sliptone, director de Tejido Social, dependencia del Ministerio de Seguridad y Justicia (del cual depende la Dirección General de Centros Penales), acepta que sacó a Crook de Zacatraz y lo llevó hasta Guatemala.
De ambos reportajes, el gobierno del presidente Nayib Bukele no ha sentado posición a pesar de la robustez de las pruebas publicadas por El Faro y de los cuestionamientos de organismos nacionales e internacionales que cuestionan el nivel de corrupción enquistado en el oficialismo.
Según el reportaje publicado el lunes, antes de abandonar El Salvador estuvo hospedado en un lujoso apartamento de la colonia Escalón; después se fue a Guatemala, país que atravesó con la ayuda de miembros de la misma pandilla pero de aquel país.
Con él iba Yesi Carolina, quien en sus redes sociales tiene distintos nombres. Pero es la misma que aparece vinculada a dos casos de secuestro, en uno de los cuales fue condenada pero luego favorecida con una exhibición personal (habeas corpus) el cual fue solicitado aprovechando el error del juzgado especializado contra crimen organizado que la había condenado.
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Del secuestro de “Pedro” no se sabe mucho pero sí del secuestro y homicidio de “Esteban”. Documentos judiciales permiten conocer detalles del caso, los más fuertes son que entre “Esteban” y Yesi Carolina había una relación amorosa, pero que el 14 de julio de 2010, el hombre fue secuestrado.
A la familia le exigieron 20,000 dólares a cambio de entregar con vida a la víctima. Pero su cadáver fue encontrado ese mismo día en el sector de Olocuilta, departamento de La Paz, según documentos judiciales.
En el devenir de las investigaciones de la Fiscalía, esa institución determinó que “el celular marca Nokia, modelo 5800, color negro, que portaba la víctima clave “Esteban”, el cual era propiedad de la empresa en donde éste laboraba”.
Por su parte, una jueza que conoció el caso determinó que era evidente “que la imputada Jesi Carolina sustrajo dicho aparato telefónico al momento de privar de libertad a la víctima, ya que no hay alguna explicación por qué dicho celular estaba en su poder cuando no era ella la legítima propietaria”.
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Según los documentos judiciales, la Fiscalía acusó a Rivera Canales de ordenar el secuestro y homicidio de “Esteban” desde el penal de Zacatraz. Las pruebas contra él fueron que en una requisa realizada casi un mes después de cometido el crimen contra “Esteban”, los investigadores policiales le encontraron los número telefónicos de Yesi Carolina y de Jaime Alberto Guillén Mejía.
Este último pandillero fue acusado del crimen porque, según la investigación, él fue quien recogió el dinero del rescate.