Para Tamara Taraciuk, es llamativo que Nayib Bukele se acerque a líderes de tendencia autoritaria y con récord negativo en acoso y persecución de sus críticos.
Recientemente, Bukele visitó a Turquía, donde se reunió con el ampliamente condenado presidente Recep Erdogan. Además, se acerca cada vez más a la República Popular China.
Ambos Estados han sido denunciados por violaciones numerosas a los derechos humanos, así como intentos por silenciar la disidencia y perseguir a los críticos del oficialismo.
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Según Taraciuk, la respuesta sencilla a estos acercamientos es el viejo refrán de "dime con quién andas y te diré quién eres”.
Para un líder de este tipo, explica, “es más fácil sentarse a hablar con quien no va a cuestionar sus prácticas antidemocráticas porque es lo mismo que estos líderes hacen en sus casas”.
Además, considera que estos vínculos son reflejos consistentes con sus políticas internas, "que son no acercarse y no conversar con quienes tienen algo para decirle que le va a molestar".