Las edificaciones en Soyapango, con 283,000 habitantes de acuerdo al último censo, están construidas sobre un suelo que, poco a poco, se está erosionando. Es por ello que “las cárcavas serán cada vez más comunes y habrá que aprender a convivir con ellas”, explicaron a El Diario de Hoy geólogos de la Universidad de El Salvador.
La población de las colonias en la orilla del río Sumpa, en Soyapango, ya comenzó a experimentar esta realidad, que parece ser una sentencia inevitable, si las autoridades no toman acciones.
El problema de cárcavas en la Urbanización Bosques de Prusia, Reparto Los Santos Uno, Hacienda Prusia y el Reparto Morazán II tiene más de 10 años de existir, sin embargo, no ha sido prioridad para las autoridades locales y del Gobierno central, ya que hasta la fecha no se han hecho obras de mitigación definitivas.
José Roberto Peña, quien tiene 48 años de vivir en el Reparto Los Santos I, ha sido testigo de cómo la cárcava ha crecido lentamente ante la indiferencia de instituciones que deberían dar una respuesta.
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“No hemos tenido un apoyo o una promesa de que nos van a ayudar, ellos dicen que tal vez a largo plazo, pero no nos especifican ni cuándo podrán ponerle mano; nuestro temor es que cuando eso pase las casas ya van a estar allá al otro lado del barranco”, declaró José Peña, hace ocho años, en una entrevista para el noticiero Tele 2.
Su temor ante la enorme cárcava que amenaza con destruir su casa en 2015 no ha cambiado, de hecho, ahora es aún mayor, porque la erosión del suelo ha crecido tanto que solo 4.8 metros lo separan de perder su vivienda.
“Tenemos una esperanza con el Gobierno actual, que como dice él: cuando nadie roba para todo alcanza, así que eso esperamos que se nos cumpla ahora a nosotros acá”, enfatiza Peña.
A pesar que los habitantes del Reparto Los Santos I son una comunidad organizada, que durante años se ha acercado a las autoridades a pedir ayuda, solo han recibido silencio o soluciones temporales, como poner plásticos negros “para evitar que se continúe lavando el terreno”.
“Ninguna institución ha venido ha hacer un estudio técnico. Las cárcavas ponen en peligro a más de 200 familias”, explica Irma Pérez quien vive en la colonia desde hace 30 años.
En esta zona, las cárcavas abarcan alrededor de 1 kilómetro de distancia y afectan a seis comunidades diferentes, además de una avenida principal que sirve como ruta alterna para el tráfico de Soyapango.
Walter Hernández, geólogo y director de maestrías en geología de la Universidad Nacional de El Salvador (UES), explica que las cárcavas generalmente se forman cuando una tubería tiene una fuga, ocasionando que la tierra alrededor de esta se erosione y se forme un agujero, que con el tiempo termina cediendo ante el peso de la superficie.
Además explica que en este lugar en específico también hay otros factores que incrementan el riesgo de formación de cárcavas, como por ejemplo, la corriente del río Sumpa, un suelo con materiales altamente erosionables y alta sismicidad.
Protección Civil, la alcaldía de Soyapango e incluso el mismo Ministerio de Obras Públicas han visitado la zona para verificar el alto riesgo que corren las familias más cercanas a las cárcavas, pero la respuesta es siempre la misma: en este momento no hay fondos para realizar obras de mitigación.
“Cuando llueve es de tener una maleta lista para salir corriendo porque se escuchan los taludes de tierra que caen. Cada invierno vivimos en zozobra y es injusto que nosotros vivamos así cuando aún se puede solucionar el problema”, expresa con preocupación Pérez.
Construcción del Puente “El Tobogán"
Hace dos años, este mismo problema causó el colapso de una bóveda en el puente conocido como “El Tobogán” en la avenida El Bálsamo, en Soyapango, a solo unos metros de las cárcavas antes mencionadas.
Esa arteria es una de las más utilizadas para agilizar el fuerte tráfico vehicular del municipio y ha permanecido cerrada mientras se realizan los trabajos de reconstrucción.
El puente mide alrededor de 20 metros y para su construcción se han invertido $1.8 millones según el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez. Las familias de los alrededores agradecen los trabajos hechos en el puente, pero destacan la importancia de hacer obras de mitigación en toda la zona.
Algunos incluso cuestionan que se diera prioridad a la construcción del puente y no a las obras para resguardar las casas y la vida de quienes viven en el área.
Según las autoridades, el puente será habilitado a finales de noviembre de 2023 y los residentes temen que, con esto, las vibraciones por el paso de vehículos aumenten y ocasionen que la tierra se continúe derrumbando.
Además, también aseguran que la inauguración del puente no cumplirá su objetivo de agilizar el tráfico, porque la misma Avenida El Bálsamo se encuentra cerrada varios metros adelante, porque la cárcava de Bosques de Prusia está cerca de causar su colapso.
Comunidades en vulnerabilidad por suelo erosionable
Algunas de las cárcavas que mantienen en zozobra a habitantes de estas comunidades ya han sido intervenidas con pequeñas obras de mitigación en el pasado, como es el caso de la cárcava del Reparto Morazán II y la Urbanización Bosques de Prusia, sin embargo, estos trabajos no fueron suficientes para detener la erosión.
Miguel Hernández, geólogo de la UES, explica que todo el suelo de la zona es de tierra blanca joven, un material de origen volcánico que al estar en contacto con el agua se erosiona con gran rapidez, esto hace que el problema sea aún más difícil de controlar.
Reparto Los Santos I
En esta colonia, el problema se originó debido al colapso de una tubería de aguas lluvias, combinado con la erosión por el cauce del río Sumpa. El agujero de grandes proporciones se encuentra entre las viviendas del final de la calle Veracruz y la cancha de la comunidad.
El problema ha avanzado tanto que la calle ya comenzó a caerse.
La profundidad del cráter es de alrededor de 15 metros pero crece de forma acelerada con cada lluvia. Adicional a este agujero, el terreno que se encuentra atrás de las casas, en el pasaje San Miguel de esta comunidad, también se está erosionando, causando preocupación a todo el vecindario, porque sus viviendas están en riesgo de caer al barranco.
De no hacer obras de mitigación a corto plazo, toda una comunidad estaría en riesgo de perder sus casas. Sumado a todo esto, en el mismo pasaje San Miguel hay una bóveda de aguas negras que se encuentra en peligro de colapso.
Bosques de Prusia
La Urbanización Bosques de Prusia es otra de las zonas afectadas. Sus habitantes tienen tanto temor que han decidido cerrar la Avenida El Bálsamo a la altura de la colonia, ya que el constante tránsito de vehículos causaba grandes derrumbes.
En esta colonia no solo están en riesgo las casas, sino también la calle de acceso para el puente que ha construido Obras Públicas.
Sus habitantes denuncian también que las obras de mitigación realizadas en la gestión del expresidente Sanchez Cerén (FMLN) ya se deterioraron por completo, dejando expuesta la problemática y sin que nadie tome acciones concretas para solucionarlo.
Con el cambio de administración en la alcaldía, los habitantes tenían la esperanza de recibir apoyo, pero la entonces alcaldesa de Soyapango, Nercy Montano, aseguró que no tenían fondos y solo ofreció poner plásticos negros.
“No hemos tenido respuesta, hemos ido a la alcaldía, al MOP, hemos tocado puertas pero solo nos dicen: ‘sí, vamos a llegar’, pero nadie viene o si han venido solo es para la foto y ya”, dijo Ivone Chávez en una entrevista en octubre 2022.
Reparto Morazán II
Los vecinos de esta colonia explican que el problema comenzó hace más de seis años, cuando el río Sumpa erosionó la parte baja del terreno. En ese tiempo también resultaron afectadas varias viviendas de la comunidad Las Pilitas, que se derrumbaron y fueron arrastradas por la corriente.
Autoridades de Obras Públicas hicieron trabajos de mitigación para evitar que el río continuara lavando el terreno, pero no solucionaron el problema de los taludes de tierra que dejaban vulnerables las viviendas en el Reparto Morazán II.
En el transcurso de estos seis años ya se derrumbó la primera vivienda. Para Teresa Álvarez, secretaria de la directiva de la colonia, el problema ha sido estabilizado únicamente por el trabajo de los vecinos, quienes hacen actividades para reunir fondos que sirvan para pagar pequeñas obras de mitigación.
“No nos dan ni esperanzas de que vaya a haber algún reparo para esta zona. Esta cárcava va a seguir caminando, se han ido casi 10 metros de terreno”, cuenta con preocupación Álvarez.
Como solución, les plantean reubicar a personas afectadas
Habitantes de las diferentes colonias impactadas por cárcavas explican que una solución que les ofrecen las autoridades es evacuar la zona para trasladarles a albergues en casas comunales.
Otra alternativa que les han ofrecido es una reubicación, pero nadie acepta esta propuesta ya que las viviendas que les ofrecen se encuentran en zonas como La Campanera, cuyas viviendas, tamaño y valor monetario es menor al de las sus casas actuales.
“En el MOP nos dijeron que, si nos sentíamos afectados, ellos nos podían proporcionar casa; pero nos mandaban aquí por La Campanera, pero la verdad es que el costo de nuestra casa es mayor”, lamenta José Pérez, habitante del Reparto Morazán II.