El Tercer Informe Situación País 2022 elaborado por la Universidad Francisco Gavidia (UFG) presenta que solo 4 de cada 10 ciudadanos son optimistas con el futuro de El Salvador. Según los investigadores, la gente tiene dudas, no tiene claridad y no ve un panorama positivo en el país, esto está relacionado con el aumento de precios de la canasta básica y la falta de empleos.
Según el mismo informe, hubo un fuerte aumento en el precio de la canasta básica. En el área urbana el precio de la canasta básica subió a $33.52 (16.%) en el año a septiembre de 2022 y aumentó a $40.81 (20.6%) entre diciembre de 2020 y septiembre de 2022.
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En el área rural la canasta básica subió $32.35 (22.0%) en el año a septiembre de 2022, y aumentó $37.84 (26.7%) entre diciembre de 2022 y septiembre de 2022, según los expertos este es el mejor indicador para verificar los efectos de la inflación en las familias con menores ingresos en el país porque son quienes invierten más dinero en su alimentación.
El informe destaca que son varias razones por las que se contendrá el crecimiento económico del país en 2022 y 2023: la desaceleración económica afectada por las desaceleración mundial, la inflación, el alza de precios en materias primas importadas y del petróleo, alto ingreso de remesas familiares y el impacto de la tormenta Julia que dañó gran parte de los cultivos de granos básicos, verduras y café.
Los datos recopilados por la institución educativa también demuestran que existe una alta desconfianza en los líderes políticos que dirigen el país. Por ejemplo, el 42.3 % de los investigados está de acuerdo con la afirmación de que todos los políticos son corruptos. Además, el 36.3 % de los encuestados dijo que no confía en pastores ni sacerdotes.
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“La gente no tiene confianza en un alto nivel tanto para funcionarios públicos como pastores o sacerdotes y eso pasa por una crisis de liderazgo que vive el país”, destacó Oscar Picardo, académico e investigador de la UFG.
Los encuestados además destacaron que un gobierno firme está por encima de un gobierno democrático. “Tenemos una ciudadanía bastante proclive a modelos más autoritarios”, señaló Picardo, abordando que el 47.75 % de las personas contestó que prefería un gobierno firme que democrático.