La falta de definición sobre el mecanismo que se usará para que los salvadoreños residentes en el exterior puedan votar en las próximas elecciones de 2024 podría repercutir negativamente en los preparativos que realiza el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para administrar los comicios por el atraso en diseñar el Plan General de Elecciones, conocido como PLAGEL.
El diputado de GANA, Romeo Auerbach, expresó que ha tenido reuniones bilaterales con algunos de los magistrados del TSE y le han expresado su preocupación.
“Estamos retrasados con el voto en el exterior, los magistrados del TSE están preocupados porque se estaría también atrasando el Plan General de Elecciones 2024”, apuntó el diputado este jueves en la entrevista del Canal 21.
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Lo anterior se debe a que en la comisión de Reformas Electorales los parlamentarios aún no se deciden sobre el mecanismo del voto, aunque la mayoría de ellos han adelantado que sería el voto electrónico de preferencia, pues según señalan, así se los han solicitado los compatriotas en encuestas y giras realizadas al extranjero.
Sin embargo, aplicar el voto electrónico no es tan sencillo como parece. Ese método trae muchas dudas en la clase política y no existe en el país una certeza de la fidelidad de los resultados, de acuerdo a la experiencia que estudiosos en materia electoral han señalado.
A juicio de Auerbach, la confianza en el sistema electrónico no es el problema, pues según dijo, en la década de los 70’ hubo votaciones abultadas de forma ilegal y no se utilizaba la tecnología.
“No necesariamente un sistema tecnológico está atado a un posible fraude, en los 70’ hubo fraude con el llenado de urnas y no existía tecnología avanzada”, manifestó.
Pese a ello, sí existe a estas alturas una preocupación en el caso de usar el voto electrónico, ya que el atraso en definir el método de votación hace que el TSE también se dilate en la compra de los equipos especiales para llevarlo a cabo.
“El TSE necesita tiempo, necesitará tecnología, no podemos decir que queremos darles el voto electrónico y hay que financiarlo”, sostuvo.
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Eso, a pesar de que Auerbach asegura que el voto electrónico es más barato que el voto postal usado para que la diáspora vote en elecciones anteriores. Dijo que cada voto costó alrededor de $600.
“Si queremos que exista una votación masiva el único método más económico es el voto electrónico”, aseveró.
Las elecciones de 2024 suponen un nivel de complejidad mayor que las anteriores, y esto se debe a que por primera vez los salvadoreños en el exterior podrán votar por alcaldes y diputados, además del presidente y participar también como candidatos a esos cargos de elección popular.