Marina M. es una mujer de 52 años, ahora dedicada a su profesión. Es madre de dos hijos, y el 1 de septiembre de 2023 cumplió cinco años de sobriedad.
Relata que empezó tomar cuando tenía 18 años, por curiosidad. Su padre murió de una intoxicación alcohólica, y en aquel tiempo ella quería experimentar lo que su papá sentía al beber.
Con el tiempo, empezó a beber con más frecuencia, y en mayores cantidades, hasta llegar a consumir entre 30 y 40 cervezas por día.
Marina era gerente de comunicaciones en una empresa grande, no obstante a raíz de sus problemas con el alcohol perdió su trabajo, su casa, su auto, y empezó a tener serios problemas con su familia. Además de las complicaciones de salud que la adicción ya le había generado.
“El padre de mis hijos quiso quitármelos, mi madre se fue de la casa por mi alcoholismo. Yo no me daba cuenta que ya tenía una enfermedad. Empece a llegar al trabajo aún con efectos del alcohol, pase de tomar solo los fines de semana a beber todos los días. Mi vida no tenía sentido, tenía cerca de 250 libras de peso, el azúcar estaba descontrolada, vivía con serios problemas económicos, y había dejado a mis hijos sin atención”, relata.
Tras perder su trabajo, Marina toco fondo. Fue entonces , a los 47 años, que se dio cuenta que debía buscar ayuda y acudió a Alcohólicos Anónimos (AA) donde ha encontrado el soporte para poder alejarse de su adicción. Dos años después de haber perdido su trabajo empezó a incorporarse nuevamente en el ámbito laboral y a recuperar su vida y la relación con sus hijos.
Aunque para 2022 Marina ya cumplía 4 años de sobriedad, está dentro del alto índice de salvadoreños que han consumido alcohol por primera vez antes de los 20 años.
Según la Encuesta Nacioanal de Alcohol y Tabaco (ENAT) 2022, presentada recientemente por el Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD), el año pasado más de la mitad de la población salvadoreña entrevistada (60.2%) ingirió por primera vez bebidas embriagantes antes de los 20 años. Esto se traduce en alrededor de 1.2 millones de salvadoreños.
Asimismo, indica que son los hombres los más precoces a la hora de experimentar con esta sustancia (68.4%). En el caso de las mujeres es del 47.7% e iniciaron entre 15 y 19 años.
Los expertos resaltan que el consumo de alcohol y tabaco están “entre los principales factores de riesgo prevenibles de enfermedades no transmisibles”, las cuales son causantes de discapacidad y millones de muertes prematuras en el mundo.
El ENAT 2022 señala además que en El Salvador el consumo de alcohol ha aumentado en los últimos seis años, mientras que el consumo de tabaco ha disminuido; y que estos continúan siendo un problema para el país, que afecta además las economías.
Para la doctora Mireya Wollants, nutricionista, investigadora y miembro del Colegio Médico de El Salvador, con el alcoholismo se tiene un factor de diferencia, dado que contrario al tabaco, el alcohol es socialmente aceptable, al grado que no se puede ofrecer una fiesta sin que haya alcohol.
“Los mismos padres fomentan el alcohol en los hijos para que sean aceptados, la sociedad lo fomenta. Es bien difícil (prevenir) cuando no se hace nada por educar en este sentido”, acota.
La especialista coincide en que se ha visto una reducción en el consumo del tabaco, y considera que que aún hay mucho que se puede hacer con esta practica desde la perspectiva de una adicción que debe combatirse, contrario a lo que ocurre con el alcohol.
Adolescentes encabezan el consumo de tabaco en El Salvador
Salvadoreños gastan $16 en alcohol y $18 en tabaco al mes
En la parte económica, la encuesta resume que en promedio los salvadoreños gastan mensualmente $16.12 en consumo de alcohol y $18.38 en tabaco.
Concluye que tanto el consumo nocivo del alcohol como el del tabaco impacta económicamente más a las personas de menores ingresos, pues son quienes gastan una mayor cantidad del dinero que reciben para este fin, y prefieren costear esta práctica antes que suplir necesidades básicas tales como alimentación y educación, entre otros.
Por ejemplo, las personas con un nivel de ingreso equivalente al salario mínimo gastan en promedio un 3.7% en bebidas alcohólicas, y 4.9% en el caso de tabaco, mientras que aquellos que tienen ingresos de $365 a $730, el gasto en alcohol es del 2.3% de sus ingresos; aquellos con ingresos entre $731 a mil dólares destinan el 1.6%, mientras que los individuos que ganan arriba de mil dólares destinan el 0.6% en alcohol y 2.2% en el caso del tabaco.
5 de cada 10 salvadoreños ha consumido alcohol alguna vez en su vida
En 2022, un promedio de 2,109,435 salvadoreños mayores de 18 habían consumido bebidas alcohólicas al menos una vez en su vida, lo que corresponde a una prevalencia del 47.8% versus el 51.6% que se tenía en 2014, cuando se hizo el anterior estudio sobre este tema.
De los datos de ENAT 2022, la prevalencia en hombres representa el 64.6% mientras que en las mujeres es del 34.3% . En cuanto al área geográfica, el 54.1% estaban en el área urbana y el 38.6% en la zona rural.
En cuanto a los bebedores actuales (consumieron alcohol en los últimos 12 meses a la fecha de la encuesta) la prevalencia es del 19.5%. Esta aumenta en la medida en la que se incrementa el nivel académico de los individuos.
El 33% corresponde a las personas que han cursado la universidad, 23% a las personas que tienen bachillerato, mientras que el consumo actual de quienes han cursado el nivel básico es del 13.1% y del 3.7% de quienes nunca fueron a la escuela.
Respecto al lugar donde las personas prefieren consumir alcohol y tabaco, tanto hombres como mujeres prefieren hacerlo en su casa, en el caso del alcohol el segundo lugar para los hombres es la casa de un amigo, mientras que las mujeres deciden hacerlo en un restaurante.
Al medir los trastornos por consumo de bebidas alcohólicas se determinó que el 13% de los consumidores actuales ha presentado dependencia a la bebida, y han sido incapaces de dejar de beber, al menos una vez, esto equivale 112,390 personas aproximadamente. Esta condición se ha presentado mayormente en los hombres y solo en el 1% de las mujeres.
Incapacidad para desarrollar sus responsabilidades (5.8%), necesidad de beber para recuperarse (6.8%), remordimientos o sentimientos de culpa (9.9%) así como pérdida de memoria (9.5%) son otros de los problemas evaluados en relación al consumo del alcohol.
En El Salvador, 5 de cada 10 adolescentes sufren algún trastorno de ansiedad
Una de cada 10 personas consume más alcohol que antes de la pandemia
Otras de las conclusiones de este estudio es que aproximadamente una de cada diez personas está consumiendo bebidas alcohólicas con mayor frecuencia que antes de la pandemia del covid-19. Esta tendencia incrementa en los hombres con el 13.6% versus el 5.5 % de las mujeres.
El estudio concluye además que un gran número de salvadoreños consumen alcohol en cantidades suficientes como para causar intoxicación.
“La prevalencia de consumo excesivo episódico de alcohol es preocupante, ya que una de cada tres personas consumidoras actuales lo hace”, dice el informe.
Para la representante del Colegio Médico, el cigarro también está asociado a la dependencia femenina. En el caso de los hombres, agrega, sobre todo en la adolescencia, fuman porque esto representa un símbolo de masculinidad y con esto los hace ser aceptados.
“Esto explica por qué están fumando desde los 15 años. Este es más un tema psicológico, antropológico y sociológico”, enfatiza.
Wollans considera que en el país debería haber prohibición a la edad y desde las instrucciones de Estado se debe de hacer un trabajo mas efectivo enfocado a adolescentes. “En el caso de los adultos esta ya no es un una solución, por el contrario se debe apostar a la educación”.
Ella es directora del programa Reduction, una iniciativa privada que busca empoderar a las personas en temas de salud y bienestar, y reducir los daños sanitarios producidos por conductas y hábitos. Este es un proyecto diseñado por varios médicos de la región Centroamérica y de El Caribe, del que también forma parte el Colegio Médico.