Rubén Zamora, quien jugó un rol importante durante la negociación de los Acuerdos de Paz y luego fungiera como embajador en Estados Unidos y en Naciones Unidas en Nueva York, visitó recientemente Washington, DC, en representación de organizaciones de la sociedad civil salvadoreña. Durante su visita se reunió con miembros del Congreso de los Estados Unidos, equipos técnicos del mismo, tanques de pensamiento, del Departamento de Estado y con el Secretario General de la OEA, además de organizaciones de la diáspora. El objetivo de su visita fue actualizar a funcionarios sobre la situación del país y solicitar apoyos.
Entre sus visitas en la Cámara de Representantes se destacan sus reuniones con los congresistas James McGovern (D-MA) y Jamie Raskin (D-MD). En el Senado, Zamora sostuvo conversaciones con el Senador Chris Van Hollen (D-MD) y con asesores técnicos en el área de relaciones exteriores. Los principales temas de discusión, entre otros, fueron denunciar la intención del presidente Nayib Bukele de reelegirse, por ser ello un acto inconstitucional; extender la vigencia de la ley que autoriza la “Lista Engels” y asegurar una veeduría internacional de la Organización de Estados Americanos (OEA) del proceso electoral en 2024 en El Salvador.
¿Su visita fue invitación de los representantes y senadores?
Por el periodo de la guerra siempre he sido invitado a debates de análisis académico, político y social. Algunos congresistas todavía continúan siendo miembros desde la época de la guerra de El Salvador, que estábamos en la opinión pública de Estados Unidos.
¿Cuándo les informó sobre la situación de El Salvador, cuál fue la reacción de ellos?
Fue una reacción de decir: “Yo no sabía esto”, “eso no sale en la prensa norteamericana”. Dijeron: “Esto sí es grave, tenemos que verlo”. Ellos lo ven desde la perspectiva de las migraciones de salvadoreños hacia Estados Unidos. Cuando se les explica la situación económica, de la crisis de El Salvador, cómo el gobierno gasta el dinero en cualquier cosa, menos en lo necesario, ellos dicen: ‘Esto sí es preocupación’. Me piden por favor que los mantengamos informados, eso fue sobre todo la petición.
¿Hubo algún compromiso de mandar observadores a las elecciones o algún otro?
Sobre todo en el caso de las elecciones, lo que se les planteó es que en Estados Unidos es primera vez que su territorio será utilizado para una elección de El Salvador. Eso no está malo por sí mismo. Eso está reconocido. A eso no le ponen peligro. El problema es que cuando se les explica los problemas que tiene la ley (de voto en el exterior), el gobierno de Bukele que ha establecido 30 días para votar por Internet, el hecho de que los DUI retrasados (vencidos) pueden ser usados, el hecho de que se vote con pasaporte, esté o no vigente, para ellos fue una cosa muy rara. Dijeron: “¿Cómo es posible esto?”, eso no les da ninguna garantía de que las elecciones serán adecuadas y sean libres y que podrán recoger los votos. Se les planteó el problema de que el territorio de Estados Unidos se presta para una forma no correcta de llevar las elecciones, como ellos dicen, “nosotros no nos podemos meter en elecciones internas de El Salvador, pero ya cuando está en nuestro territorio y están ese tipo de cosas feas, hay que reconsiderar”.
Eso encontré de reacción. Cuando se les explicaba no tenían ni idea de la ley especial para las elecciones. Que la población salvadoreña en Estados Unidos pueda votar es necesario, pero no para que se haga una fiesta como era en tiempos de los militares, que hacían lo que querían con los resultados electorales. Eso fue un poco lo que se les planteó.
¿Dijeron si podrían en algún momento frenar las elecciones en el territorio estadounidense?
Algunos de ellos dijeron: “Aquí hay experiencia de que frente a cosas que no tienen lo básico y que hagan votaciones en el territorio nos preocupamos y preferiríamos que no se haga”. Dijeron que empezarían a estudiar eso. Por supuesto que sí las podrían frenar, si ellos prestan el terreno y después dicen: “No, con esas normas y esos hoyos de romper la limpieza de la elección van a hacerla aquí en mi territorio no”. Eso lo podrían llegar a hacer, puede llegarse a ese nivel, pero como no sabían, hay varios que dicen no. La ley (de voto en el exterior salvadoreña) en inglés está en Estados Unidos, el Departamento de Estado lo tiene.
En el caso del Senado, que son 100 miembros, pero también en la Cámara de Representantes que son 435, el problema es que el diputado no puede conocer de todo. Son cuidadosos, sobre todo de respeto de derechos humanos y de democracia, en eso tienen razón, tanto en la democracia como en las votaciones de El Salvador, el gobierno de El Salvador ha firmado junto con el gobierno de Estados Unidos, tratados, acuerdos oficiales en los que los dos se comprometen a hacer las cosas de acuerdo a normas democráticas; allí es el problema: no solo es el territorio, sino que la firma de ellos, de sus autoridades está junto con la de los salvadoreños, pero el gobierno no está cumpliendo.
Pero el gobierno se está dando el lujo de querer volver al pasado, eso quisiera que cambiáramos, las elecciones son indispensables para la democracia. Deben reflejar al pueblo entero y no solo a la voluntad del que está en el gobierno.
¿En cuanto al régimen de excepción, que opinión tuvieron?
Por lo general, muchos ni lo conocían, pero cuando se les explica qué dice la Constitución, que son algunos puntos de los derechos humanos que ya toca y se les cuenta lo que está pasando y, sobre todo, los miles de salvadoreños que no tienen ninguna relación con las maras, pero como los encontraron en la calle se los llevan presos, todo eso se les planteó, esa es la realidad del país. Uno después de oír a un diputado decir: “Pero mire, yo solo había oído que había una cosa pequeña, pero no estas barbaridades, esto no debe ser así”, dijeron.
¿Dijeron si iban a actuar de alguna forma?
Por ejemplo, la lista Engel, la más directa, eso lo tienen muy claro. Me enteré de que esa ley era por los últimos 3 años y que iba a terminar en diciembre, pero allí me dijeron: “Nosotros vamos a luchar para que continúe”. Yo les dije es útil porque el pueblo se puede enterar, porque esas cosas no salen en los periódicos de Estados Unidos.
¿En cuanto a la situación financiera hubo alguna reacción? Esto tiene que ver con la migración hacia EE.UU.
Ellos dicen: bueno, nosotros estamos de acuerdo con lo que ha planteado el FMI (Fondo Monetario Internacional), eso tiene que continuar, porque también se habla del Bitcoin, eso ya aquí les dije, la gran mayoría del pueblo ni lo voltea a ver, tanto así que han tenido que levantar puntos (de cajeros Bitcoin), porque nadie llega, pero queda la posibilidad de ser un instrumento para cosas que no son legales, como lavado de dinero, envíos de dinero (ilegal) todo ese tipo de cosas que se pueden hacer.
Ellos dicen que no pueden prohibir a los salvadoreños que tengan el Bictoin, porque es interno, pero lo que están haciendo es una legalidad, un control de los bitcoin. ‘No se le olvide que Estados Unidos es el país que más usa el bitcoin, pero eso aquí se va a cumplir’ (le dijeron a Zamora), porque eso los republicanos y demócratas, queremos que eso no sea la fuente para el mal y para estas cosas de narcotráfico. Eso sí, me dijeron, allí no se preocupe porque eso será así, si El Salvador no lo cumple, El Salvador no va a poder actuar dentro del territorio de Estados Unidos, pero el nuestro (comercio) todo es estadounidense.
Tengo entendido que usted podría ser un candidato a la presidencia en las elecciones de 2024
Mire, me han pedido, yo les he dicho de todo corazón que a mí me encantan las elecciones, pero yo soy uno que ha sostenido desde hace años que tienen que haber cambios en los dirigentes de los partidos políticos. Yo fui de partidos hace años, pero me desligué porque me parece que hay que dar espacio a las nuevas generaciones. Los partidos tanto ARENA como el FMLN no estarían en la crisis que están ahora si hubieran tenido la capacidad de ir cambiando, modernizando su gente y sus líderes y ahora se encuentran que no tienen a nadie para presentar a la Presidencia.
Entonces vinieron y nos preguntaron si la sociedad civil podía presentar candidatos a ellos (partidos políticos), para que pudiera hacerse como candidatos de la sociedad civil. Les dijimos que nosotros estamos claros que solo los partidos tienen el valor y la autoridad para presentar candidatos, eso lo dice la Constitución, son los únicos que pueden hacerlo, nosotros no podemos.
Ahora como ciudadanos también estamos obligados por la Constitución. ¿Cuáles son los deberes de los ciudadanos? Es respetar la Constitución y velar por el cumplimiento de lo que la Constitución dice, eso es una obligación de todos nosotros los salvadoreños, defender la Constitución.
Y cuando tenemos una petición o una cosa que ha anunciado el señor Bukele, que él seguirá inmediatamente que se presentará a candidato en la próxima elección, allí viene el problema, porque seis veces la Constitución lo prohíbe; no solo lo prohíbe, sino que pone el castigo al que quiera seguir en la presidencia, pierde sus derechos civiles, ya no es ciudadano y para mayor dificultad, más adelante dice: si alguien quiere continuar en la presidencia, el pueblo sean civiles o militares, allí no hay distinción, todo el pueblo es el pueblo, el pueblo está obligado a levantarse contra el gobierno, es la única cosa que la Constitución nos ordena a que hagamos oposición real contra el gobierno. En ese sentido todos nos sentimos que estamos cumpliendo con la Constitución.
Prácticamente usted dijo que “no” al ofrecimiento que le hicieron...
Fue hace dos días que me lo dijeron, les dije no, busquen a otra gente. Ya hay otros, hay varios, ahora se está viendo cómo se hacen con varios candidatos ofrecer a los partidos. Se les dice: miren, esto es lo que nosotros en la sociedad civil hemos podido encontrar en nuestra gente. Hay varios ya que han dicho que sí, varios y varias que están dispuestos.