"Fuimos engañados". Esa es la frase con la que cientos de vendedores de calle Rubén Darío y calles circundantes al mercado Hula Hula describen su realidad, tras recibir un aviso formal por parte de la Alcaldía de San Salvador donde les informaron el desalojo "voluntario" en las próximas 48 horas, que se vencerán la mañana de este miércoles.
Algunas de las personas entrevistadas por El Diario de Hoy en este sector del Centro Histórico señalaron que han recibido amenazas de arrestos bajo el régimen de excepción, como medida para impedir alguna huelga, o incluso frenar que hablen con los medios de comunicación.
#EnVivo | Los vendedores de calle Rubén Darío, en el centro de San Salvador, han empezado a desalojar sus puestos por orden de la Alcaldía de San Salvador. Alegan que no han recibido información de si serán instalados en el remodelado Mercado Hula Hula.
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Posted by elsalvador.com on Tuesday, April 19, 2022
Alegan que no han recibido información de si serán instalados en el remodelado Mercado Hula Hula, el cual está listo para ser inaugurado desde marzo de 2021.
Foto EDH/ Yessica Hompanera
La versión de la Alcaldía de Mario Durán es que sí mantuvo un diálogo con los comerciantes, y en su cuenta de Twitter @prensaAMSS publicó este martes que "en los próximos días iniciará el ingreso de más de 900 vendedores por cuenta propia al mercado Hula-Hula".
Pero decenas de vendedores que este martes estaban desalojando sus puestos dijeron no tener conocimiento al respecto.
Francisca es una vendedora de zapatos que llegó a ofrecer sus productos a la calle Rubén Darío en 1992. Ella fue testigo de otros intentos de desalojo de muchas administraciones de la comuna, pero aún no cree que esté a punto de desmantelar un local que le costó muchos años de trabajo y que es el sustento de su familia.
VER: Tras 5 años de contrato millonario, mercado Hula Hula está vacío y sin vendedores
Ella, al igual que otros comerciantes de la zona, levantaron sus negocios a partir de créditos que van pagando a diario con las ganancias del día.
“Nos han mandado a la casa sin darnos una alternativa”, dice con aflicción, al no saber qué hará cuando se cumpla el plazo al amanecer de este 20 de abril. La otra opción que tienen en mente es regresar al inicio: “vender paseado”, que consiste en recorrer calles y calles para comerciar sus productos.
Para tener un poco más de ganancia, Francisca y otros decidieron rematar su venta al menor costo que sea posible, antes de que los obliguen por la fuerza a salir de la calle Rubén Darío, que es popularmente conocida por su variedad de productos que van desde ropa, zapatos, joyería, frutas y verduras.
La comerciante señala que decidió rematar todo el calzado; lo que ayer costaba $8 ahora lo rebajó a $6. Tiene un aproximado de 5 mil pares de zapatos.
"Lo estamos rematando por el desalojo. ¡Todo a dólar!", es parte del perifoneo que una venta de ropa ha puesto para atraer a las potenciales clientes de shorts en la calle. Los cientos de comerciantes señalan que por muchos años han mantenido un diálogo con la alcaldía y que no se oponen al desalojo. Sin embargo, se muestran inconformes por la forma tan repentina en la que fueron notificados.
Un volante les fue entregado por personal de la alcaldía, el cual explícitamente señala que tienen que desalojar: “… es necesario que retire voluntariamente su estructura y mercadería que actualmente ocupa en el espacio público de la zona del proyecto. En el caso omiso al presente aviso la municipalidad procederá a implementar la intervención”.
Para muchos fue una sorpresa, mientras que para otros vendedores fue todo lo contrario: era algo que ya se esperaban, por lo que comenzaron a ordenar sus cosas inmediatamente llegó el papel.
"Nos están mandando para la casa, no tenemos otra alternativa. Del mercado Hula Hula no nos han dicho nada", señaló Daniel, un vendedor de zapatos de 44 años de edad, quien vive la misma incertidumbre que decenas de comerciantes del área.
Él tiene 25 años de vender zapatos en la calle Rubén Darío. Antes de vender este producto comercializaba DVDs y relojes. Al cuestionarlo sobre el desalojo, dice sentirse decepcionado debido a las medidas tomadas por la comuna, ya que solo dio un lapso de 48 horas para levantar la venta.
"Aquí tenemos que llevarnos todo, hasta el local. Nosotros lo que vendemos aquí con eso vamos pagando. Nos dejan con los brazos cruzados, tenemos niños que alimentar", señala con consternación.