Willian Alexander Galeas González, de 36 años, murió ayer en la mañana en el hospital de Zacamil, a donde fue trasladado desde el Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona, donde estaba recluido desde hacía cuatro semanas.
Willian fue capturado bajo el régimen de excepción el pasado 13 de abril, a raíz de una denuncia anónima publicada en una cuenta de Twitter de un supuesto militar bajo el nombre de Comandante Fantasma.
Al día siguiente, varios policías llegaron al pasaje Dreyfus, de San Salvador, y capturaron a Willian, a su hermana Judith Esmeralda Galeas de Rivas de 33 y a su madre, Flor Marina González Martínez, de 55 años.
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Juan Carlos Galeas, hijo de Flor Marina y hermano de Willian y Judith, comenzó a denunciar en su cuenta de Twitter que sus tres familiares habían sido capturados injustamente porque ninguno de ellos tiene vínculos con pandillas.
En sus denuncias, el joven afirmaba que su madre y sus dos hermanos siempre se han dedicado a trabajar en negocios de comida: una pupusería y tortillería en frente del cementerio La Bermeja, a un lado del bulevar Venezuela, y un negocio que recién habían emprendido: Pizza Galeas.
Incluso, se atrevió a pedirle al presidente Nayib Bukele y a otros funcionarios involucrados en el tema de seguridad, que lo ayudara a que liberaran a su madre y sus dos hermanos. Juan Carlos pidió que se hiciera una investigación sobre su familia y se comprometió a entregar la documentación necesaria sobre los negocios de su familia, en afán de demostrar que no eran renteros como decía la cuenta del Comandante Fantasma.
Pero de nada le valió todos esas peticiones. Juan Carlos cuenta que solo logró que el presidente Bukele lo bloqueara en Twitter.
Las malas noticias para Juan Carlos y el resto de su familia en libertad comenzaron el miércoles cuando se enteraron de que Flor Marina, su madre, ya no estaría más en Cárcel de Mujeres, junto a Judith.
El sistema penitenciario había decidido trasladarla al centro penal de Jucuapa, Usulután. Eso pudieron leerlo en los papeles pegados en las afueras de cárcel de mujeres. Allí aparecía como una de las trasladadas a la referida cárcel, que está a 98 kilómetros al oriente de San Salvador.
Pero el golpe más duro llegó en la mañana del jueves, cuando unos empleados de una funeraria llegaron a la casa de la familia Galeas González y les dijeron que Willian había muerto, que la Fiscalía General de la República y el Instituto de Medicina Legal lo habían reconocido en el hospital Zacamil.
“Mi hermano fue asesinado en Mariona por las detenciones arbitrarias, y mi madre y hermana siguen detenidas. Exijo la liberación inmediata de mi familia...”
Los empleados de la funeraria llevaban consigo el recorte de la noticia publicada por El Diario de Hoy el pasado 18 de abril, en el que Juan Carlos denunciaba el arresto arbitrario de tres de sus familiares y pedía que los liberaran porque la denuncia hecha por Comandante Fantasma no era cierta.
Cadáver con evidencia de golpes
De acuerdo con el dictamen médico forense, la causa de la muerte de Willian fue por un edema pulmonar (acumulación de líquido en los pulmones). El documento de Medicina Legal indica que esa es la causa preliminar y que se estudiará el caso.
Sin embargo, varios parientes de Willian que vieron el cadáver aseguraron a El Diario de Hoy que el cuerpo presentaba indicios de haber recibido una golpiza, pues tenía golpes en la cabeza, en el rostro y en otras partes.
Minutos después de recibir la mala noticia, Juan Carlos publicó en su cuenta de Twitter: “Mi hermano fue asesinado en Mariona por las detenciones arbitrarias, y mi madre y hermana siguen detenidas..... Exijo la liberación inmediata de mi familia, somos personas de muy lucha. Por favor solicito ayuda”.
Los familiares de Willian afirman no saber por qué éste fue golpeado; hasta la tarde de jueves, ninguna institución les había informado de nada. Solo tenían el papel de Medicina Legal donde consta que Willian murió.
Pero la familia no está conforme con el dictamen forense, pues a la fecha cuando fue capturado, Willian era una persona saludable, que trabajaba incansablemente en los negocios familiares.
“De no haber sido por la funeraria no nos hubiéramos enterado de nada aún”, manifestó un pariente de la víctima, ayer a media mañana, cuando fue consultado por este periódico.
Juan Carlos ha continuado pidiendo al gobierno que liberten a su madre y hermana.
“Por favor, quiero que liberen a mi madre y a mi hermana; no quiero terminar este proceso (sepultar a su hermano) sin que ellas estén presentes”, dijo Juan Carlos, quien hasta ayer en la mañana no encontraba la forma de avisarles a ambas que Willian había fallecido, que había sido asesinado, como lo escribió en Twitter.
Cuatro reos reconocidos en el hospital Zacamil
Las muertes de personas capturadas durante la vigencia del régimen de excepción siguen saliendo a luz pública.
Oficialmente, al menos de manera pública, el Gobierno no ha revelado la cantidad de personas que han muerto mientras estaban prisioneras, en el contexto del régimen de excepción.
Fuentes de El Diario de Hoy afirmaron que solo en la presente semana, la oficina de la Fiscalía de Mejicanos ha hecho cuatro reconocimientos de cadáveres de reos que estaban en el penal de Mariona.
De acuerdo con las fuentes, el último ha sido el de Willian; y entre las causas de muertes está la de reos a quienes no les fue suministrado sus medicamentos para controlar enfermedades crónicas, debido a que las autoridades penitenciarias no se los han facilitado y tampoco han permitido que familiares les lleven tales medicamentos.
La Dirección General de Centros Penales, al mando de Osiris Luna, quien también es viceministro de Seguridad, no se ha pronunciado sobre los reclusos muertos tras haber sido vapuleados o por complicaciones de sus enfermedades por no haberles proporcionado sus medicamentos.
Organizaciones de derechos humanos como la fundación Cristosal y Human Rights Watch han señalado que han recibido cientos de denuncias por violación a derechos humanos de personas capturadas.
El miércoles anterior, Cristosal informó que en el período de vigencia del régimen de excepción han recibido 359 denuncias de posibles violaciones de derechos humanos cometidas por fuerzas de seguridad.
Muertos por golpizas
De resultar cierto que Willian Galeas murió a consecuencia de una golpiza, su caso se sumaría al de Elvin Josué Sánchez Rivera, de 22 años, José Jeremías De León Escamilla, de 39, Walter Bladimir Sandoval Peñate, de 32, y Óscar Alfredo Gallegos Pocasangre, de 46.
En este último caso, la víctima era un paciente bajo control psiquiátrico desde 1999, según documentos proporcionados por la familia, y su salud dependía en mucho de que tomara los medicamentos que un psiquiatra le había recomendado de manera permanente.
Óscar fue capturado el 15 de abril en Sensuntepeque, Cabañas, donde residía con su madre, a quien tampoco le avisaron que su hijo estaba muerto sino que se enteró hasta cuatro días después, cuando por casualidad fue a la policía de Sensuntepeque a preguntar por otro joven que había sido capturado.