El profesor de educación física Mauro Ernesto Sánchez Bonilla, de 56 años, aún guarda con nostalgia el anuario de 1999 de una institución educativa privada donde daba clases.
En la página 15 se encuentra la fotografía de Mauro junto a otro maestro, ambos profesores de educación física y deportes de ese centro educativo privado.
Más adelante, la página 26 está dedicada al alumno Nayib Armando Bukele Ortez, la cual incluye dos retratos de él, uno de niño, uno de ese momento y un collage de sus seres queridos, incluyendo a su padre y hermanos.
Las fotos están acompañadas de la frase “La tinta de un escolar es como la sangre de un mártir.”
Han pasado 23 años desde esos recuerdos, ahora ese alumno es el presidente de la República que ha ordenado un régimen de excepción, mientras que el profesor de educación física se encuentra recluido en el penal de Mariona, tras ser capturado como parte de ese régimen.
Los familiares del profesor hacen un llamado a las autoridades para que investiguen y aclaren el caso, ellos aseguran que Mauro no tiene ninguna relación con pandillas, por lo que consideran que se trata de una captura equivocada o arbitraria.
Mauro fue capturado el pasado sábado 23 de abril, según relatan los familiares, la policía realizó cateos casa por casa en la colonia Florencia, en el municipio de San Marcos.
En un primer momento, los policías revisaron la vivienda de Mauro y se retiraron. Unos minutos después y tras detener a otras cuatro personas, los agentes regresaron y le preguntaron si él era el presidente de la directiva y le pidieron que los acompañara a la cancha.
“Como presidente de la directiva pensó que había algún problema en la cancha, nunca se imaginó que se lo iban a llevar junto a los demás”, explica uno de sus hijos.
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Una hora y media después, cuando el profesor no regresó los familiares salieron a buscarlo a la cancha y ahí se dieron cuenta que había sido capturado por los policías, quienes se lo llevaron en una patrulla junto a otras personas.
Testigos relataron a la familia que al llegar a la cancha, los policías hicieron que Mauro se quitara la camisa y lo esposaron.
Debido a que nadie sabía para dónde se los habían llevado, la esposa de Mauro se movilizó rápidamente hacia la delegación de San Marcos, ahí le dijeron que el maestro había sido trasladado al juzgado de Familia de la localidad.
La señora se quedó esperando en el juzgado hasta que pudo constatar que Mauro fue ingresado a ese lugar, cerca de las 3:00 de la tarde.
Fue hasta en ese momento, que la familia fue informada que Mauro era acusado de agrupaciones ilícitas.
Las autoridades le pidieron que le llevaran ropa blanca, un par de zapatos tipo crocs y comida.
El domingo por la tarde, les informaron en el juzgado que el maestro ya había sido trasladado al penal de Mariona.
“Nosotros no comprendemos todavía esta situación, porque mi papá es profesor en una escuela, tiene plaza del gobierno”, expresa uno de sus hijos.
Mauro Ernesto ha laborado durante 30 años como profesor de educación física.
“El trabajó por muchos años (en una institución educativa privada) donde daba clases e incluso fue maestro de educación física del presidente Nayib Bukele, tenemos el anuario donde está el presidente y mi papá como profesor”, asegura uno de los familiares.
Por el momento, Mauro Ernesto tiene una plaza de maestro de educación física en un centro escolar público, a un costado del cuartel central de la Policía, en San Salvador, aseguran sus parientes.
Su familia describe a Mauro como un hombre honesto y servicial que siempre ha estado dispuesto a ayudar en la colonia donde ha vivido por 30 años.
Los parientes comentan que también es parte del Comité organizador de las fiestas patronales de la actual administración municipal a cargo de Nuevas Ideas.
“Mi padre es una persona servicial y hasta ahora no sabemos cuál es la razón por la cual se lo llevaron”, expresa preocupado uno de sus hijos.
Los familiares piden a las autoridades que se aclare el caso, pues Mauro fue capturado en su casa.
“No tenemos claro porqué acusan a mi papá de agrupaciones ilícitas pues él no estaba agrupado con gente mala, se lo llevaron de la casa”, concluye uno de los familiares.