Mientras menor sea el número de diputados de la Asamblea Legislativa, también será menor la probabilidad de que los partidos opositores puedan obtener suficientes escaños para hacer un control efectivo del oficialismo.
Así lo advierten expertos electorales al analizar la polémica propuesta de Nuevas Ideas de reducir 20 escaños en el Órgano Legislativo.
Este lunes, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, dijo en la entrevista Frente a Frente que es muy probable que Nuevas Ideas presente en los próximos días iniciativas para reducir la cantidad de diputados de la Asamblea y de municipios en el país.
Sin explicar con quiénes o cómo han elaborado el análisis de dichas iniciativas, el legislador oficialista detalló que en las discusiones se maneja que sean 64 legisladores propietarios.
Sin embargo, especialistas consideran que este dato es ilógico y señalan que no se puede escoger un número al azar sin antes tomar en cuenta la delimitación actual de las circunscripciones del país.
De hecho, los expertos advierten que mientras más pequeñas sean las circunscripciones, se vuelve más complicado para los partidos pequeños la obtención de escaños.
Por ejemplo, Malcolm Cartagena, experto en derecho electoral, dijo a El Diario de Hoy que reducir diputados “es una acción delicada”.
En concreto, Cartagena explicó que en la gran mayoría de departamentos que obtienen tres escaños, Nuevas Ideas ganó en las últimas elecciones dos diputados y los otros partidos lograron uno.
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Si ese recorte de 20 escaños tocara a las circunscripciones (departamentos) pequeños, habría únicamente presencia del oficialismo en varios de estos.
Por otra parte, en circunscripciones grandes como San Salvador, que tiene 24 diputaciones, sí ha habido pluralidad partidaria, con curules de Vamos, Nuestro Tiempo, FMLN, PCN, ARENA, Gana y PDC.
Es decir, con una reducción significativa de escaños legislativos, podría haber una menor representación de minorías, con lo que podría consolidarse aún más el oficialismo.
Reduce representatividad
El director ejecutivo de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, dijo a este medio que esa modificación tendría un impacto en el vínculo entre “representado y representante”.
“Actualmente, cada diputado representa entre 60,000 a 70,000 habitantes, pero si se hace este cambio, cada diputado representaría entre 100,000 a 120,000 personas”, detalló Escobar.
La relación del mandato entre la población y este diputado se haría más difusa, explicó. Esto reduce los incentivos de los legisladores a cumplirle a la población, pues perciben que es menos claro a quién representan.
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Carlos Araujo, exintegrante de la Junta de Vigilancia Electoral, reafirmó que dicha propuesta reduce la posibilidad de control en los partidos opositores.
Araujo recordó que si bien en el 2021 la oposición sacó 20 diputados y con eso no tiene capacidad de parar ninguna iniciativa, con la reducción de curules “habrá menos” controles en dicho órgano de Estado.
Por otro lado, para hacer este cambio, según especialistas, es necesario un censo actualizado que permita conocer la población de El Salvador. El último data de 2007.
Se rompe la proporcionalidad
Malcolm Cartagena recordó que la Constitución salvadoreña exige tres tipos de mayorías para tomar decisiones en el pleno: mitad más uno, dos terceras partes y tres cuartas partes. Esto, a su juicio, condiciona un número de escaños que debe ser divisible entre 2, 3 y 4, es decir múltiplo de 12. Por ello, según el experto, los números menores a 84 serían: 72, 60 y 48.
Por tanto, el experto explicó que “un número menor, al menos manteniendo las 14 circunscripciones, rompería la proporcionalidad que por Constitución se exige, al dejar algunas de ellas con apenas dos escaños” fáciles de capturar exclusivamente por el oficialismo y obviando que la ley máxima exige la representación de minorías.
Eduardo Escobar dijo que “ sin duda” hay un cálculo político electoral detrás de la reducción de diputados y consideró que de aprobarse tal iniciativa, San Salvador tal vez solo elegiría 16 o 15 legisladores.
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Hacer esto, dijo, puede ocasionar que a los partidos minoritarios de oposición se les haga más difícil obtener una diputación porque el costo del diputado podría verse incrementad. Es decir, se les restaría oportunidades a los partidos pequeños.
Sobre este punto, ya en enero pasado, el jefe de fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, manifestó que ve necesario cambiar el sistema de cocientes y residuos por el que se eligen los parlamentarios.
Una propuesta con fines políticos
Carlos Araujo, señaló que la propuesta tiene fines políticos. “Tan electoral es la propuesta que el presidente de la Asamblea habla de 64 diputados y ese no es un número que aplique y tenga que ver con todas las mayorías de las que habla la Constitución”, criticó.
Araujo reprochó que el oficialismo “ni siquiera puede hacer en calculadora las cuentas y leer la Constitución antes de dar opinión” y luego describió el efecto inmediato que tendrá la reducción: “Las diputaciones se concentran más en los partidos mayoritarios al haber menos diputados”.
Araujo añadió que “querer hacer eso a 11 meses de una elección, cuando el TSE ya definió un calendario” equivale a “estar trastocando ese sistema electoral”.
Para él, esto evidencia que “lo que andan buscando es una manipulación política de la situación”.
El abogado constitucionalista Enrique Anaya criticó que Ernesto Castro se adelantó a decir un número que ni siquiera cuadra con las decisiones de diferentes mayorías que exige la Constitución.
“Ni siquiera saben lo que están elaborando y han dicho un número por decirlo”, criticó.
“Con certeza ellos (oficialismo) ha apreciado que podrían seguramente perder diputados, entonces están reduciendo el número y así evitar que opositores al régimen puedan llegar a cargos públicos” en el 2024, concluyó el abogado constitucionalista.