Sin mucha pompa se desarrolla la cuarta edición de la prueba Avanzo, aplicada por el Ministerio de Educación (MINED), como un requisito de graduación para los alumnos de bachillerato a nivel nacional, Una prueba cuya metodología y resultado ha estado en tela de juicio desde su creación.
La prueba virtual, diseñada para conocer el nivel de desarrollo y las habilidades, se ha dividido en tres partes. Primero un cuestionario vocacional y una prueba de inglés que los alumnos respondieron en octubre. Este miércoles 15 de noviembre responden los temarios de Matemáticas y Estudios Sociales. Y el jueves 16 es el turno de las asignaturas de Ciencias Naturales y Lenguaje.
A través del portal del Ministerio de Educación, la administración indicó que nuevamente la prueba será aplicada de forma virtual ,“desde tu casa o cualquier otro sitio donde tengas conexión estable a internet”. Esta ha sido una de las principales polémicas de este método de evaluación, pues expertos en pedagogía alertan que los resultados son “un falso positivo”.
El ministro de educación, José Mauricio Pineda, ha afirmado en ocasiones anteriores que está prueba “no afecta que un estudiante pueda aprobar o reprobar un grado”, sino que es aplicada como una herramienta para analizar las áreas de mejora en los centros educativos.
Pero gremiales y expertos en educación han recalcado que al realizar la prueba de forma virtual y fuera de las instituciones escolares, no se tiene ninguna garantía que los alumnos realmente están contestando en base a sus conocimientos, debido a que fácilmente podrían auxiliarse de buscadores en línea para resolverla.
Para David Rodríguez, secretario de Bases Magisteriales, la prueba Avanzo se torna un problema a futuro debido a que “el estudiante se trauma cuando ya se somete a una prueba donde tiene que competir, ahí ya se le generan problemas, o cuando va un trabajo. Pero su desempeño realmente es deficiente entonces, ahí es donde empieza a tener un título y no tener las capacidades para poder competir en el mercado laboral”, señaló.
Rodríguez recalcó que los estudiantes deberían tomar un proceso de preparación previa antes del examen, inclusive con material de refuerzo fuera del horario habitual, prácticas que ya no se tienen con la aplicación de la Avanzo, y que eran muy comunes cuando la evaluación era a través del examen PAES.
El ejemplo inmediato de esta situación sobre el aprendizaje de los futuros bachilleres son los resultados obtenidos por los aspirantes a nuevo ingreso de la Universidad de El Salvador (UES), que en 2022 evaluó a más de 20,000 aspirantes de los cuales solo un 20% obtuvo las calificaciones necesarias para ingresar a esa institución, según reportes de la Secretaría de Asuntos Académicos de la UES.
Para ser aceptado, los bachilleres deben obtener un puntaje del 50% o más. Si los aspirantes tienen entre 30 y 49 puntos tienen la oportunidad de someterse a una segunda prueba, bajo la misma rigurosidad, para poder ser admitidos en la UES.
La flexibilidad que el ministerio ofrece a la población estudiantil para desarrollar Avanzo no ha sido bien recibida por el personal docente, sobre todo porque se tenía prevista que fuera aplicada en las aulas.
La prueba Avanzo surgió en medio del confinamiento por la pandemia de covid-19 y la educación virtual, reemplazando a la Prueba de Aprendizajes y Aptitudes (PAES), que se realizó de forma presencial desde el 2009. La administración educativa le asignó un valor promocional del 15%, mientras que la PAES tenía un equivalente al 25% de la nota final.
Los resultados Avanzo, el año pasado, indican que el 72% de los estudiantes se encuentran en un nivel intermedio con una nota promedio de 6.67. Y aunque se obtenga una calificación global buena, estos resultados son cuestionados por los educadores.
“Al estar él solo frente a la computadora es bien difícil medir qué tanto han aprendido en su educación básica y media. Eso puede hacer que los promedios mejoran en comparación a los años anteriores”, señaló el secretario general de Sindicato de Maestras y Maestros de la Educación Pública de El Salvador (SIMEDUCO), Daniel Rodríguez, argumentando que “las facilidades que van a tener los estudiantes con la herramienta en su casa, no significa que eso refleje de los estudiantes han aprendido, pues porque hay como algo falso, porque así es un falso positivo”.
En reiteradas ocasiones expertos en educación han advertido que las notas globales obtenidas por la Avanzo, aunque pueden dejar un mejor resultado en comparación a otros años, no son el reflejo de la dedicación de los alumnos.
“Perdimos validez y confiabilidad en la prueba estandarizada. Sobre todo este año que se vuelve a repetir el error de hacerla desde la casa, en donde el estudiante está en una condición privada y puede estar siendo ayudado por un profesor, hermano mayor, los padres o con Google para contestar las preguntas de la prueba, por lo tanto los resultados de Avanzo no son confiables como para decir mejoramos o no mejoramos”, agregó el académico e investigador, Óscar Picardo Joa.
Los resultados obtenidos en los primeros dos años de aplicación de la prueba reflejan una baja entre el promedio de los estudiantes en 2020; solo el 17.9% de los estudiantes obtuvieron un promedio de 7.5; mientras que en 2021 tuvo una mejora al 27%. Los expertos en educación han comparado estos resultados con las últimas dos ediciones de la PAES donde se obtuvo hasta un 30% de estudiantes con resultados sobresalientes.
Para el investigador los resultados más confiables fueron los publicados por el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), en 2019 donde se indicaba que matemáticas, ciencias y la lectura de los evaluados se encontraba en el nivel más bajo.
Javier Hernández, presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES), sostiene que “la prueba Avanzo nada más es una fotografía de rendimiento académico que muestra el estudiante egresado de segundo año de la ciudad, pero a la base no está una película completa de lo que tiene desde parvularia en adelante para poder definir los aciertos y desaciertos que tiene el sistema educativo”.
Hernández expone que aún “falta caminar todo el proceso de reforma integral del sistema educativo en general y una parte también del sistema de evaluación al servicio del aprendizaje que no ha sido revisado como se debe”.
Tras el anuncio de las fechas para realizar la evaluación ,el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, no ha brindado declaraciones relacionadas al tema.
Educación recalcó que los estudiantes tendrán en la jornada de miércoles y jueves desde las 8:00 a.m. hasta las 12:30 del mediodía para realizar la evaluación de forma remota a través de los dispositivos móviles, laptops o celulares. Exclusivamente para el caso de los estudiantes que se encuentran en modalidad acelerada, a distancia se evaluarán el 18 y 19 de noviembre.
Los estudiantes que no pudieron completar la evaluación por diferentes motivos pueden realizarla de forma extraordinaria el 15 de diciembre, incluyendo estudiantes de años anteriores que no hayan podido realizar la evaluación.
Para el caso de los estudiantes que tienen problemas de visión o que se encuentran recluidos en centros penales, la prueba será de forma física, en la misma fecha. Se espera que los resultados de las evaluaciones estén disponibles el 11 de diciembre de este mismo año. Las notas serán enviadas al correo electrónico de los estudiantes, pero también pueden ser consultadas en a través de la plataforma https://consultas.mined.gob.sv/resultados/
Problemas de conectividad
Entre los 70,000 estudiantes que se sometieron a este proceso de evaluación el año anterior se registraron una serie de dificultades sobre todo en el área rural donde muchas familias optaron por comprar paquetes de internet para asegurar la conectividad, incluso movilizarse a otras zonas para buscar señal.
Aunque las autoridades indicaron en repetidas ocasiones que se había instalado internet satelital en las escuelas remotas del interior del país, no todos los estudiantes gozan con esta facilidad.
En muchos casos como lo documentó El Diario de Hoy en 2022 los estudiantes se habían subido a los techos de las casas, cerros, montañas, caminando hasta medio kilómetro para encontrar señal, llegando a retomar las actividades hasta en un cementerio para poder conectarse a las actividad académica.
En abril de este año los diputados de la Asamblea Legislativa acordaron entregar $10 millones más a la Secretaría de Innovación de la Presidencia, para reforzar el “Programa de Conectividad Digital Social”. Esto se suma a otros $7.5 millones que se entregaron de forma previa para mejorar el servicio de internet en las escuelas.