La presa El Chaparral, rebautizada como 3 de Febrero, ya está generando energía eléctrica, según datos visibles en la página de la Unidad de Transacciones, entidad que administra el “mercado mayorista y la operación del sistema eléctrico de potencia y sus interconexiones a nivel de la región de Centroamérica y Panamá”.
La referida institución reporta generación de energía desde junio por períodos intermitentes, según los registros disponibles en línea.
El 16 de agosto anterior, El Diario de Hoy constató que el agua del embalse está a su máximo nivel, lo cual ha derivado en que desde hace aproximadamente dos meses, la Comisión Ejecutiva del Río Lempa (CEL), haya dispuesto de varias lanchas para que decenas de familias que viven en varios cantones y caseríos en la rivera oriental del embalse no queden aislados.
También El Diario de Hoy constató que el nivel de frustración en los pobladores de caseríos como La Orilla, El Cerrito, El Tamarindo, La Fragua, San Antonio Las Iglesias y otros más, es muy alto debido a lo que algunos califican como “falta interés” o de “mentiras”, de la CEL en cuanto a cumplir la promesa de construir escuelas, pavimentar calles, construir casas comunales, paradas de buses y canchas de fútbol para beneficio de las comunidades aledañas al embalse.
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De las obras solo hay dos cosas perceptibles: los grandes rótulos en los que la CEL anunciaba las construcciones o remodelaciones y, en algunos casos, tierra removida o algunas zanjas en los inmuebles donde la empresa mexicana, Contratista General de América Latina (CGAL) llegó un par de días a trabajar pero que de repente también desaparecieron y nunca más volvieron a asomarse a las comunidades.
La CEL dio contratos directos a CGAL y le adelantó $14.9 millones para que construyera las 19 obras de beneficio social, destinadas a mejorar la salud, la educación y el esparcimiento de los habitantes de comunidades de los municipios de San Luis de la Reina, Carolina y San Antonio, aledañas al embalse, así como dos puentes en los últimos dos municipios.
De acuerdo con miembros de asociaciones comunales (adescos), ninguna de las 19 obras prometidas fue construida.
Por ejemplo, en el cantón San Antonio Las Iglesias, del municipio de San Luis de la Reina, departamento de San Miguel, prometieron tres obras: la construcción de una casa comunal, la edificación de una escuela de parvularia y varias paradas de buses techadas.
En los tres casos, lo único que ha avanzado, según constató este Diario, es la maleza. El monte ha crecido mucho y las zanjas cavadas donde construirían las paradas de buses, se han convertido en criaderos de zancudos, aseguran miembros de la asociación de desarrollo comunal.
Vecinos se sienten engañados
“Botaron las paradas de buses que bien o mal nos servían; dijeron que harían unas mejores, pero lo que ahora hay son zanjas como criaderos de zancudos. La gente pide que si no las van a construir, que vengan a levantar lo que antes teníamos”, afirmó un dirigente comunal de San Antonio.
De acuerdo con vecinos de cantones y caseríos del municipio de Carolina, que viven en el lado oriente del embalse, las obras prometidas están sin ningún avance y CEL se ha hecho la desentendida.
En San Luis de la Reina, San Miguel, al otro lado del embalse solo han pavimentado un tramo de calle en los cantones Soledad Terrero, El Terrero y El Cerrito, sin embargo, incluso eso lo hicieron mal, según lugareños, pues un tramo se inunda, lo cual causa dificultades para el tráfico tanto de personas como de vehículos. “Se nos dificulta para ir al molino, a una tienda y a la iglesia”, afirmó un lugareño
La calle por El Terrero y El Cerrito y Soledad Terrero llevan más de un año de estar trabajando. La construcción ha llegado hasta El Portillo. “Hasta allí está transitable. Ya llevan más de un año y poco avanzan”, explicó un vecino.
De acuerdo con miembros de directivas comunales, a principios de agosto, un funcionario de CEL les ha dicho que la construcción de las 19 obras aún no han sido adjudicadas a ninguna empresa, que todavía están en ese proceso que quiera continuar la construcción de las 19 obras que la empresa mexicana CGAL dejó abandonadas a pesar de que CEL le entregó varios millones como adelanto.
De lo único que los lugareños están seguros es que la construcción de los puentes de Carolina y San Antonio sí están trabajando, aunque se ve poco avance en las obras.
Un empleado de CEL que está al tanto de ambas construcciones afirmó que las mismas fueron reiniciadas el pasado mes de junio y que los dos puentes estarían concluidos en aproximadamente ocho meses.
De momento, los pobladores de los caseríos en la ribera oriental del embalse deberán continuar trasladándose en las lanchas de CEL o hacer un rodeo para cruzar el río Torola por el llamado puente Chichilco, en el municipio de San Isidro, departamento de Morazán, o por el dique de la presa, que ya está habilitado como paso vehicular.
El Diario de Hoy intentó obtener la versión del ingeniero Carlos Mauricio Duke, director del proyecto de construcción de la presa, sin embargo, al cierre de esta nota no hubo respuesta, igual que en ocasiones anteriores cuando se ha solicitado la versión institucional, CEL no ha respondido.