"Estoy arreglando el tráfico", aseguró Osiris Luna en Mariona tras desalojo de familiares y desmantelamiento de venta de paquetes
El director de Centros Penales verificó la situación en los entornos del penal La Esperanza. El desalojo ocurrió durante la madrugada de este martes y fue ejecutado por la UMO.
Luego de que el lunes 23 de mayo centenares de personas se concentraran en las afueras del Centro Penal La Esperanza, conocido como Mariona, para solicitar información sobre sus familiares detenidos o esperar sus liberación, autoridades de la Dirección General de Centros Penales ordenaron que se desmantelaran los puestos en donde se vendían paquetes para reos. Les dijeron a los comerciantes que podrán vender hasta la próxima semana.
Alrededor de siete champas que se encontraban en la acera, frente al centro penitenciario, fueron desarmadas por reos en fase de confianza. Algunos de los vendedores lograron sacar los productos en medio del desalojo.
A las 9 de la mañana, previo a la ejecución, el director de Centros Penales, Osiris Luna, verificó la zona de la calle principal. Al ser consultado por El Diario de Hoy si implementarían algún plan, ante los desordenes y caos vividos en ese centro penal, dijo "Estoy arreglando el tráfico", y evadió las cámaras.
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Familiares de los capturados aseguraron que la noche del lunes fueron desalojados por agentes de la UMO. Tras esta acción, gran parte de familiares se desplazaron a unos 200 metros antes del portón principal del centro penal, en la parte alta de esa vía.
Empleados de Centros Penales también pusieron varios rótulos en la zona, que indicaban que este martes 24 de mayo no saldría nadie liberado de ese centro penal y que cualquier procedimiento de este tipo, traslados o recetas médicas, serían informados vía telefónica por empleados de la institución.
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Al mediodía de este martes, la presencia de familiares había bajado en la zona. Para ingresar a dejar paquetes, los agentes policiales dejaban ingresar únicamente un familiar a la zona del penal. El transporte colectivo tampoco podía hacer parada frente al centro penitenciario y agentes de la PNC pedían a motoristas que bajaran a familiares en la zona a la que se movilizaron durante la madrugada.
