En la plenaria de este 22 de diciembre, la Asamblea Legislativa aprobó la emisión de títulos valores o préstamos por un monto de $1,139 millones destinados al financiamiento de la brecha presupuestaria del 2023.
La deuda fue aprobada con 63 votos a favor por la bancada oficialista.
Las diputadas del FMLN, Anabel Belloso y Dina Argueta, asi como Claudia Ortiz de VAMOS votaron en contra.
Ortiz declaró que el dato del monto que el gobierno necesita para suplir las necesidades fiacales de 2023 no es coherente.
La parlamentaria ahondó en que al déficit presupuestario tendrían que haberle restado los $63 millones que ya fueron cancelados de deuda en bonos.
Además, dijo que la brecha presupuestaria de 2023 en comparación con este año es de aproximadamente de $553 millones más.
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Posted by Asamblea Legislativa de El Salvador on Thursday, December 22, 2022
Los números que refleja el proyecto de presupuesto dan cuenta que algunos de los ministerios que tendrán mayor asignación son: el Ministerio de Educación con un monto de $1,501.8 millones; Salud Pública $1,131.2 millones y entre el Ministerio de Seguridad y la Defensa suman otros $838.7 millones.
A pesar de eso, para la oposición política sigue siendo un presupuesto desfinanciado que a mitad de año tendrá que sufrir modificaciones para poder cumplir con todos los compromisos del gobierno, tal como está ocurriendo en el presente ejercicio fiscal.
La Asamblea ha llevado un ritmo desenfrenado de aprobación de préstamos y reorientaciones de fondos en cada plenaria, mucho de ese dinero es para cubrir partidas que no logran ser cubiertas con la contribución tributaria que presupuestaron en el gasto de 2022 o son fondos que deben reponer, porque los utilizaron en otros destinos. Economistas calculan que mensualmente se ventilan casi $400 millones.
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Todo apunta a que el próximo año no será la excepción, siendo así que el gasto tendrá un déficit que deberá ser financiado con más deuda, como normalmente ocurre cada año en la aprobación del presupuesto de la Nación.
La diferencia es que la brecha presupuestaria para 2023 es de las más altas, a razón de $1,139.3 millones. En años anteriores esta se ha mantenido entre $500 a $700 millones, y en algunas ocasiones tras el debate parlamentario se ha logrado reducir, disminuyendo el gasto no prioritario.
El monto del déficit que tiene el presupuesto de 2023 aunado a la millonaria deuda que ya tiene el país, de más de $20,000 millones preocupa a los diputados de la oposición y a economistas que ven un panorama sombrío para las finanzas del Estado.
Sin embargo, el gobierno asegura que todas las obligaciones están aseguradas con financiamiento y que el incremento del gasto con respecto al presupuesto de este año es de $268 millones, equivalentes al 3.2% del crecimiento interanual.
“Seguimos asegurando la inversión pública, educación, salud y seguridad con una visión responsable de las finanzas públicas. Los compromisos están cubiertos, el crecimiento responde a $268 millones, como una señal de responsabilidad fiscal”, expresó el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, el pasado 30 de septiembre cuando presentó en la Asamblea el proyecto de ley del gasto.
Además, señaló que estiman que los ingresos tributarios asciendan a $6,390.3 millones, con un incremento de $184.7 millones.
Añadió que la brecha presupuestaria en realidad es de $498.4 millones, que el resto: $640.9 millones del total de $1,139.3 millones que es el déficit, corresponden al pago de eurobonos que debe honrar el Estado. Zelaya dice que es una deuda heredada de gobiernos anteriores.
Sin embargo, la diputada Anabel Belloso, del FMLN, advirtió que ese dato deberá ser revisado con detalle. Según dice, en el proyecto del gasto para 2023 el pago de esos eurobonos ya están contemplados con otros ingresos y no con deuda. Cree que es un gasto que Hacienda lo ha considerado doblemente.