Han pasado nueve días desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó la invasión militar a Ucrania y pese a la condena mundial, el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, no ha suspendido el viaje a Rusia previsto para julio de este año.
La visita a dicho país fue incluida en la solicitud de viajes oficiales para el 2022 que envió el mandatario a la Asamblea Legislativa y que fue aprobada en enero pasado.
El Diario de Hoy se comunicó con el Secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Ernesto Sanabria, para consultar si sigue en marcha tal viaje pero no se obtuvo respuesta.
“El Salvador se aísla”
Al respecto, el director ejecutivo de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, opinó que Bukele “no lo ha suspendido pensando en que el conflicto pueda estar resuelto en un par de meses cuando él vaya a hacer la visita oficial”.
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Recordó que cada vez “El Salvador se aísla más de la comunidad internacional por el autoritarismo del gobierno (de Bukele)”. En ese sentido, consideró que el mandatario “está buscando apoyos en otros países a los que no les interese el tema democrático pero que le signifiquen un respaldo político y económico al país”.
La experta en derechos humanos Celia Medrano expuso que “la realización de una visita oficial supuestamente ya programada para julio a Rusia por parte de una comitiva del gobierno de El Salvador no dependerá del gobierno salvadoreño, sino que dependerá del gobierno ruso”.
Además, indicó que “no está claro si esa visita realmente ya está acordada con el gobierno ruso. Lo que tenemos es afirmaciones del gobierno salvadoreño que así es”.
“Es más un interés desde el gobierno salvadoreño que del ruso el que tal visita se concretase”, enfatizó la experta.
Sin embargo, decidir acercarse a Rusia en momentos en que continúa una cruel guerra sin provocación sí está en manos de El Salvador, que puede asumir un costo alto de concretar el encuentro.
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Penoso silencio
Medrano afirmó en que hay un injustificable y penoso silencio de El Salvador sobre la invasión militar se Rusia en Ucrania, pues “el silencio no es neutralidad”.
“Es una actitud política que suele interpretarse como una posición a favor del que se considera más poderoso, en este caso Rusia. La neutralidad no se expresa con silencio. Se expresa con una posición clara que, hasta ahora, El Salvador rehúye”, manifestó la experta.
“Un mismo patrón”
El experto en temas de transparencia, Wilson Sandoval, señaló que lo primero a considerar es que los países que han decidido apoyar a Rusia tienen un patrón similar de corrupción, falta de promoción de transparencia, y Estados de derecho débiles, como Nicaragua, Siria o Cuba.
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“Es preocupante que El Salvador se esté alineado a estos países con su silencio. Si hoy tenemos problemas frente a organismos multilaterales porque nos ven débiles en relación al combate a la corrupción, o el Estado de derecho, ahora van a poner mucho más ojo en nosotros porque estamos decantados por un bando a nivel global que gusta de las políticas que arrastra el gobierno ruso”, destacó.
Además, señaló que esto puede traer repercusiones en las negociaciones que estaban haciendo el Estado salvadoreño para oxigenar las finanzas frente al Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial y con los Estados Unidos.
“El gobierno de El Salvador invierte miles de miles en lobistas en Washington para lavar su imagen frente a la administración Biden y todo se cae cuando se guarda silencio frente a una situación que se ha evidenciado en la cual Rusia está invadiendo a un país soberano”, criticó Sandoval.
“Quiere decir que el gobierno salvadoreño está botando la plata porque no obtendrá resultados si al final sigue practicando este tipo de patrones donde deja en evidencia que el Estado salvadoreño no está en favor del combate a la corrupción, en favor de la democracia y transparencia”, concluyó.