Un fraile fue retenido por soldados durante el régimen de excepción porque para ellos era un sospechoso de tener vínculos con delincuentes, pero la intervención de monjas y sacerdotes que acudieron para aclarar que él es inocente aparentemente ayudó a que lo liberaran.
La anécdota la contó José María Tojeira al abordar el tema de las detenciones en el marco del régimen y violaciones al debido procedimiento que se está denunciando, especialmente al detener a inocentes sin ninguna base o investigación de que hayan cometido algún delito.
"Yo fui testigo de la detención de un fraile que iba por la calle y lo detuvieron. Afortunadamente pudo avisar por teléfono a gente que estábamos cerca y había una buena proporción de monjas, de religiosas, y ya nos fuimos un buen grupo de sacerdotes y monjas a decir: miren, este es religioso", empezó el relato Tojeira en una entrevista en YSUCA.
El religioso había sido retenido por militares, al parecer solo porque sospechaban de él, "de ojo" nada más, afirmó el ex-Rector de la Universidad José Simeón Cañas (UCA).
"No nos lo querían dar, lo tuvieron 40 minutos, todavía las monjas, sobre todo había una que tenía bastante soltura para explicar las cosas, estuvo más de media hora hablando con uno de los militares y decían que no lo podían entregar hasta que llegara la Policía", continuó.
Al final accedieron a liberarlo, a decir de Tojeira a lo mejor por la conveniencia de no tener a una buena cantidad de religiosos abogando por el retenido de forma pública. "Al final nos lo dieron, imagino yo que porque estábamos unas 20 personas y nos les gustaba que el público que pasaba viera a tanta monja y curas reunidos allí discutiendo con ellos", contó.
Para el ex-Rector de la UCA, este tipo de procedimientos dejan varias lecturas, una de ellas es que los militares no están preparados para hacer esto, pues como sucedió con el sacerdote retenido, lo hicieron guiándose por "ojo", por la impresión que le causó el aspecto del fraile.
"Los militares no están preparados para hacer eso, no saben a quién detienen, solo porque a ojo pueden dar la impresión. Y a ojo qué sentido tiene porque este fraile no tenía ningún aspecto, a mi juicio. A no ser que las gafas fueran un indicio o tendría que ser un indicio un tanto caprichoso. Es un poco de vergüenza ver cómo proceden. Eso si no puede ser", dijo Tojeira.
Tojeira insistió en que las autoridades no pueden estar haciendo detenciones de personas inocentes ni estar haciendo detenciones "de un modo aleatorio" y que detener a una persona "sin indicios de culpabilidad o de haber cometido algún delito es una falta de profesionalidad absoluta".
"No se puede andar agarrando a gente porque si es o no es, o porque parece que es, por que suponemos que es. porque alguien dijo que es pero no tengo ningún delito contra él, concreto, más que la supuesta pertenencia a grupos terroristas, pero sin testigos, en base a deducciones, porque vive en tal zona, porque tiene un tatuaje, porque es joven. Ese tipo de razonamientos que no tiene mayor sentido y además realizados por personas que no están capacitadas. A veces el Ejército que está arrestando gente y son gente que no está preparada para perseguir el delito y ni siquiera tienen sistema de investigación", añadió Tojeira.
Desde distintas organizaciones se ha señalado la detención de personas que no tienen que ver con estructuras delincuenciales y prueba de ello es la afirmación misma del ministro de que han liberado a 168 ciudadanos porque no se les comprobó la acusación.
Crisis en las cárceles e investigación de muertes
Tojeira también se enfocó a otros aspectos que se derivan del régimen de excepción, uno de estos es cómo se está manejando el tema de las muertes dentro de los penales, de las que dijo no parece que se esté investigando y que si no la hay el Estado se vuelve "cómplice necesario" de esas muertes.
Hasta el momento se reportan nueve personas muertas dentro de las cárceles durante el régimen de excepción. La Dirección General de Centros Penales no se ha pronunciado sobre este asunto. Solo el ministro Villatoro defendió el profesionalismo de la Policía y el Ejército durante la ejecución del régimen de excepción.
Las denuncias de las familias de algunos fallecidos han señalado que sus muertes han sido provocadas.
Uno de estos casos es el de Romeo Mauricio Posada Urrutia, de 57 años, que fue capturado el 5 de abril en Guatajiagua (Morazán) acusado de organizaciones terroristas y porque era "el papá de Chon", según los familiares.
Chon es el apodo de un hijo de Romeo que ya adulto se hizo pandillero en contra de la voluntad de su progenitor, según los parientes. Estos dijeron que cuando les entregaron el cadáver, Romeo presentaba señales de una golpiza o tortura y por eso han pedido que se investigue su muerte.
Otro caso ha sido el de Willian Alexander Galeas González, de 36 años, que fue capturado junto con su madre y hermana luego de que a través de una cuenta de un supuesto militar bajo el nombre de Comandante Fantasma los señaló de tener vínculos con pandillas.
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William murió a causa de una golpiza, denunciaron familiares. De acuerdo con el dictamen médico forense, la causa de la muerte de Willian fue por un edema pulmonar (acumulación de líquido en los pulmones). El documento de Medicina Legal indica que esa es la causa preliminar y que se estudiará el caso.
Mientras las autoridades se mantienen casi en silencio sobre estas muertes. Tojeira dijo que toda muerte que suceda dentro de las instituciones del Estado debe ser investigada a fondo para determinar responsabilidades y si no se investiga el Estado está incumpliendo su función,
En ese sentido afirmó que la Fiscalía debería emprender una investigación sobre el funcionamiento del director general de centros penales y del funcionamiento de las cárceles.
Sobre la situación de las cárceles, el sacerdote jesuita dijo que que le ha llegado información de que "hay hambre" allí y que también falta de higiene y una saturación.
El gobierno sigue ejecutando el decreto que da vida al régimen de excepción y cada día hace en promedio de 500 capturas, según lo ha dicho el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro. Hasta la mañana de este jueves la Policía reportaba más de 32,000 personas detenidas.
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Tojeira también dijo que a estas capturas masivas sigue otra realidad la de los tribunales, que tienen que hacer audiencias masivas y a los pocos procuradores para atender debidamente a tanto detenido por lo tanto el sistema judicial pisotea derechos de defensa que todo detenido tiene, los "pisotea".
El religioso aclaró que en el país nunca se respetaron procedimientos y advirtió que es peligroso que a la violencia que generan las pandillas se sume la violencia del Estado, pues los castigos generales son contraproducentes. "Evidentemente la violencia de las maras engendra violencia pero la violencia del estado también y el Estado está obligado a ejercer la violencia racionalmente y en base a investigación e inteligencia, y respetando los derechos humanos y no se ha estado haciendo", criticó.