El gobierno salvadoreño ha contratado a un partidario de Donald Trump, ávido seguidor del Partido Republicano y estridente voz conservadora, como uno de los lobistas para mejorar su relación con el gobierno estadounidense dirigido por el demócrata Joe Biden.
Y eso no es todo: Damian Merlo, lobista estadounidense, incluso ha publicado una fotografía en la que usa una camiseta con un mensaje ofensivo hacia el presidente estadounidense.
El 7 de noviembre de 2022, un día antes de las elecciones de medio término en Estados Unidos, Merlo publicó en su cuenta de Twitter una fotografía en la que llama a votar por Ron DeSantis, gobernador de Florida y prominente figura del partido Republicano. Además, llama a apoyar a María Elvira Salazar y Marco Rubio, entonces candidatos a la Cámara de Representantes y el Senado, respectivamente.
Pero lo curioso del tuit está en la foto que acompaña el mensaje. En esta, Merlo luce una camiseta con la inscripción “Let’s go Brandon” (Vamos Brandon).
Para el ojo incauto, esto podría resultar desapercibido. Sin embargo, esta frase, “Let’s go Brandon”, se ha popularizado en los círculos republicanos en Estados Unidos, particularmente entre aquellos que más apoyan al expresidente Donald Trump.
Esta frase es ocupada por los fanáticos del exmandatario como un eufemismo para la expresión “F*ck you, Biden” (Jódete, Biden), un insulto al presidente actual que se ha vuelto recurrente en mítines, caravanas y publicaciones en internet de los trampistas más recalcitrantes.
En resumen, uno de los responsables de que el gobierno salvadoreño esté en buenos términos con la administración Biden ha salido públicamente utilizando una prenda ofensiva hacia el mandatario estadounidense.
El contrato
En junio de 2022, el gobierno salvadoreño renovó el contrato de Damian Merlo Debernardi, uno de sus lobistas en el Registro de Agentes Extranjeros del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Este acuerdo asciende a $390,000 para seis meses. Este fue firmado originalmente el pasado 14 de enero y se extendería hasta junio, pero en ese mes se renovó hasta el 31 de diciembre actual. El documento inicial contemplaba el objetivo de fomentar un diálogo sólido con el gobierno estadounidense.
Este acuerdo con Merlo, según un documento inscrito ante el Departamento de Justicia, también incluye las asesorías necesarias y apoyo en relaciones públicas y comunicaciones al gobierno salvadoreño para mejorar las relaciones bilaterales con las autoridades federales y con el Congreso estadounidense.
En ambas instancias, Ejecutivo y Legislativo, el gobierno salvadoreño se encuentra débil.
Por un lado, con la administración Biden ha habido una profunda tensión provocada por los constantes golpes a la democracia y la transparencia del presidente salvadoreño y por las condenas constantes del gobierno estadounidense. Washington considera que socavar la democracia y facilitar condiciones para la corrupción son factores que promueven la inmigración irregular, algo que han priorizado en su relación con Centroamérica.
Por otra parte, legisladores de ambos partidos han sido enfáticos en condenar comportamientos del presidente salvadoreño que socavan la institucionalidad. Y una de ellas, Norma Torres de California, incluso ha denunciado que Bukele y miembros de su círculo intentaron interferir en la reciente elección a fin de que no se reeligiera. Esta denuncia ha sido retomada por el Departamento de Estado.
Bukele, lejos de rectificar u ofrecer una explicación, respondió en Twitter colocando la noticia con la postura del Departamento de Estado al lado de una estridente risa. Esto coincide con su actitud para con la administración Biden, a la cual ha atacado y desafiado.
De hecho, en noviembre de 2021, la ex encargada de Negocios de la embajada americana, Jean Manes, dijo que las relaciones bilaterales estaban en “pausa” tras los golpes a la democracia y transparencia, así como la negativa del Estado salvadoreño de procesar pedidos de extradición de cabecillas de pandillas.
¿Cómo hacer amigos en Washington?
El gobierno salvadoreño ha dedicado recursos considerables a tener cabildeo constante en Estados Unidos, mismo que suele deshacer con las conductas antidemocráticas del presidente Bukele.
Además de Merlo, en 2021 se contrató al exdiplomático Tom Shannon. Él llegó a ser subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental antes de integrar las filas de la prestigiosa firma Arnold & Porter, para la cual trabajaba cuando fue contratado por el gobierno salvadoreño. Además, el bukelismo firmó acuerdos con otros cabileros.
Ninguna de estas asesorías ha mejorado su imagen ante Washington.
Como dijo un asesor legislativo demócrata a El Diario de Hoy en 2020, “Bukele puede gastar todo lo que quiera, pero no cambiará el hecho de que hacer amigos en Washington se logra respetando la ley”.