Al menos 50 asesinatos cometidos por pandillas es lo que había confirmado el Movimiento de Trabajadores de la Policía hasta las 9:00 de la tarde del sábado, en un fin de semana lleno de violencia y sin cifras oficiales por parte del gobierno.
De acuerdo con expertos en temas relacionados con la violencia en el país, para analizar lo acontecido en esos dos días es necesario partir de la premisa de que existe un pacto o un acuerdo entre las pandillas y el propio gobierno. Esto mismo ha sido el factor que ha causado esta serie de asesinatos, dicen.
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“El gobierno y las pandillas se comunican a través de muertos”, sostiene el antropólogo y autor del libro El Niño de Hollywood, Juan Martínez d’Aubuisson, acerca del repunte, y resume todo lo ocurrido en un “golpe sobre la mesa” de parte de las pandillas ante el gobierno.
Lo anterior porque en ese pacto que señala el autor, probablemente “las negociaciones no van como las pandillas lo esperaban”, y la ola de homicidios podría ser, de hecho, para presionar en busca de beneficios.
Martínez añade que “hay que entender el alza dentro del marco del pacto. Desde 2012 a la fecha, no hay fuerza política que no haya considerado negociar con pandillas”.
“Fisuras”
Similar opinión sostiene la investigadora en temas sobre violencia Jeannette Aguilar, quien además añade que en ese acuerdo, del cual existen pruebas documentales, “hay una fisura”, la cual detonó el repunte de violencia.
Para Aguilar, el acuerdo entre pandillas y gobierno “parece que está fuera de control” por lo que “esta racha de homicidios puede ser un mensaje que las pandillas envían al gobierno y funcionarios para demostrar quién tiene el verdadero poder”.
Ante la petición del presidente Bukele, y el anuncio de que durante la sesión plenaria extraordinaria se apruebe el estado de excepción, se realizaron cateos en las calles de San Salvador y La Libertad. Video EDH / Moisés Rivera
En ese mismo contexto, el criminólogo Carlos Carcach añade que tras el acercamiento entre ambos bandos “ni el gobierno confía en las pandillas, ni las pandillas en el gobierno”, por lo que agrega que está sustentado en bases frágiles y depende mucho de lo que puedan obtener las pandillas del gobierno.
“Algo ha dejado de hacer el gobierno en ese acercamiento con las pandillas. Es un recordatorio sobre su capacidad para subir o bajar homicidios a discreción”, apunta.
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Por ello, el “golpe sobre la mesa” que señalaba Martínez d’Aubuisson con respecto al los asesinatos cometidos por las pandillas con los homicidios puede reflejarse en la acción simbólica de haber dejado el cuerpo sin vida en la carretera de uno de los proyectos insignia de la administración Bukele, el bypass conocido como Camino a Surf City.
“Los pandilleros imponen su poder por medio de la violencia, y no solo cometiendo los homicidios, sino mostrándolos en la vía pública como un recordatorio sobre su presencia”, agregó Aguilar.
Pero el tema de las negociaciones y las posibles fisuras en ese acuerdo no es el único detonante que podría haber provocado la ola de homicidios, pues los expertos añaden que existen otras probables causas como el tema de las extradiciones de pandilleros que exige el gobierno de EE. UU. o las extorsiones no percibidas por el control de microbuses (ver recuadro).
“Cada día es más imposible mantener esas presiones”, dijo Carcach.