La finca Suiza, localizada en el municipio de Nuevo Cuscatlán, La Libertad, ha sido utilizada como cementerio clandestino por una clica de la mara Salvatrucha (MS) de Santa Tecla, desde hace más de cinco años, para ocultar los cadáveres de las víctimas que asesinan por distintas circunstancias, según fuentes policiales.
Las autoridades de Seguridad se vieron obligadas a investigar esa que, por ahora, es la fosa clandestina más grande del departamento de la Libertad, al que ambos municipios pertenecen, debido a la presión mediática ejercida, primordialmente a través de Redes Sociales y Medios de Comunicación, por el rapto y desaparición de los hermanos Karen y Eduardo Guerrero el año pasado y cuyos cuerpos fueron localizados en ese lugar.
El 6 de noviembre, las autoridades informaron de la captura de José Alexander Martínez, sospechoso de participar en la desaparición de los hermanos.
Ese día, los vecinos de la comunidad Michelle Sol, ubicada a la entrada de la finca Suiza, relataron, bajo condición de anonimato, que fueron sorprendidos por la incursión de decenas de soldados y policías que llegaron al lugar.
“Se comenzó con un “barrido” entre montes y cafetales debido a que no se tenía certeza del lugar exacto de dónde podían estar los cuerpos”, comentó en esa ocasión un agente que participó en esa incursión.
Las autoridades no comunicaron el operativo a través de los canales mediáticos gubernamentales, que usualmente utilizan en esta clase de actividades.
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Fue hasta pasados cuatro días que un medio local alertó del trabajo de búsqueda de cadáveres que se estaba realizando en la zona.
Los primeros hallazgos fueron rápidos, debido a que los investigadores se auxiliaron de perros entrenados para localizar restos humanos.
Se consiguió ubicar la primera fosa tan solo un día después que iniciara el operativo, informó de manera extraoficial un agente policial.
Hermetismo gubernamental
A pesar que, en la finca Suiza, se fueron localizando cuerpos desde el segundo día del operativo, las autoridades no revelaron los hallazgos en cuanto iban ocurriendo o cualquier otro detalle respecto a los casos.
Únicamente lo hicieron en dos ocasiones y con casos en los que existía presión mediática: la desaparición de la futbolista Jimena Ramírez y los hermanos Karen y Eduardo Guerrero.
Caso Jimena Ramírez
El 16 de noviembre el ministro de Seguridad informó sobre el hallazgo de restos que coincidían con las características de Claudia Jimena Granados Ramírez, sin especificar que habían sido encontrados en la finca Suiza.
“Las intensas labores de búsqueda e investigación coordinadas entre @FGR_SV y @PNCSV han permitido que este día se haya ubicado restos humanos que, lamentablemente, pudieran pertenecer a Jimena Granados.” escribió el ministro en su cuenta de tuiter.
Ante el anuncio, la familia de Jimena, quienes en ese momento no habían sido informados directamente de la localización de los restos de joven, reaccionaron.
“A dónde me puedo comunicar para información. Soy hermano de ella y necesitamos información ya que nos dimos cuenta por las redes. Información por favor”, le escribió el hermano de Jimena al ministro en respuesta a su tuiter.
Un día después, el padre de Jimena confirmó afuera de Medicina Legal que el cuerpo encontrado correspondía al de su hija, quien fue raptada y posteriormente desaparecida el 26 de octubre en la colonia Quezaltepec de Santa Tecla.
Ese 17 de noviembre, de forma extraoficial se supo que hasta ese día se habían encontrado seis cuerpos en ese lugar, ocultados en tres diferentes fosas.
“Por el momento se han sacado seis cadáveres, pero se presume hay muchos más” , detalló una fuente policial, de manera anónima.
Caso Hermanos Toledo
Un mes después, en vísperas de Navidad, Ivette Toledo, la madre de los hermanos desaparecidos, fue llevada hasta la finca Suiza, con el fin de que reconociera si los restos encontrados en una fosa, eran los de sus hijos.
La señora en compañía de las autoridades de Seguridad pudo observar con detalle algunas características físicas, que le confirmaban que se trataba de sus hijos. Los restos fueron encontrados juntos en una misma fosa.
“Según lo que pude ver, sí son mis hijos”, expresó entre lágrimas la madre de Karen y Eduardo. Dos días después, a la señora le fueron entregados los restos de sus dos hijos, para que pudiera velarlos y sepultarlos.
El silencio de las autoridades sobre las fosas clandestinas regresó, hasta que este 4 de febrero el ministro de Seguridad informó de manera escueta que además de los cadáveres de Jimena y los hermanos Toledo, se han encontrado 23 cuerpos más, es decir, un total de 26 víctimas enterradas en el cementerio clandestino.
El funcionario confirmó que la zona era utilizada por la clica Tecla Locos Salvatruchos para sepultar los cadáveres de sus víctimas asesinadas.