Decenas de personas etiquetan a diario la cuenta de Twitter @HrosalesSV para expresar su descontento ante el mal servicio en el hospital: quejas y lamentos por falta de medicina, por ausencia de suficientes máquinas para hemodiálisis, por maltrato por parte de algunas enfermeras o vigilantes, por citas programadas en fechas donde después el personal está de vacaciones… un larguísimo etcétera que deja por el suelo el discurso oficial, de que El Salvador cuenta con “un sistema de salud de primer mundo”.
Mientras la construcción del nuevo Hospital Rosales tiene un retraso de al menos cuatro años, la atención actual sigue siendo, al menos, tan deficiente como en gobiernos anteriores.
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Eduardo Espinoza, exviceministro de Salud en el gobierno del FMLN, expresó que “hay todo un abandono de presupuesto de todos los hospitales, que ha sido recortado para financiar ese proyecto fantasma de Nacer con Cariño de la Primera Dama, y toda la atención ha desmejorado. La escasez de medicamentos es mayor que cualquiera que hubo en los gobiernos anteriores. De cada cinco medicamentos que se prescribe en el Rosales, solo uno se entrega. Para el resto, se manda a la población a comprarlo a las farmacias privadas. Esto ha significado que todos los usuarios del Hospital Rosales tienen que incrementar el gasto de bolsillo de su familia en medicamentos, porque tienen que comprar los medicamentos que antes se les entregaba gratuitamente”.
Como ejemplo del desmejoramiento en el Gobierno actual, Espinoza trajo a cuenta que “todos pudimos ver el abandono en las instalaciones en el invierno pasado, que hasta se cayó el techo en Emergencias del Rosales, y todo eso está abandonado. La situación es mucho más precaria”.
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Para otro médico consultado, quien tiene décadas de experiencia en el sistema nacional de salud (pidió reserva de su nombre para evitar represalias del Gobierno), “el Hospital Rosales no ha experimentado ningún cambio de gobiernos anteriores con el actual, en función de la oferta de servicios que tiene”, y remarcó que las mejoras en el principal centro médico del país representan “una deuda histórica de más de 40 años, de todos los políticos y expresidentes. La población merece un hospital digno desde hace más de 40 años”.
Impacto negativo
El doctor Jorge Panameño, médico internista, recordó que cualquier atraso en la construcción de un hospital de la envergadura del Rosales viene a repercutir en miles de pacientes con problemas complejos de salud.
El hospital Rosales es el único en el país de tercer nivel, en el que se atiende a pacientes de todas las especialidades.
“Este se convierte en la capital de referencia para todas las redes de salud en el país. Solo el gran San Salvador tiene más de tres millones de habitantes, y es la única opción que tiene la población que no goza de seguro privado o de Seguro Social”, explicó el profesional.
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“Es una necesidad urgente de décadas atrás y que se agudiza cada vez más. En la medida que la población crece la demanda crece”, continuó.
Para Panameño, existe una deuda ya “insostenible” y difícil de cumplir en lo que falta de esta administración. “Un hospital de este nivel y envergadura no se construye en un año”, puntualizó.