El actor Val Kilmer, de 62 años, popular por su participación como Iceman en la película ochentera Top Gun, perdió la voz debido al tratamiento para enfrentar al cáncer de garganta que sufrió en 2015.
Fue hasta el 2020 que el actor habló de su enfermedad, en aquel momento se conoció que el tratamiento incluyó la extirpación de sus cuerdas vocales, también le colocaron estomas.
Te puede interesar: Pacientes sin laringe, la búsqueda en silencio de una segunda oportunidad
Val Kilmer tomó notoriedad durante los días reciente por su corto papel en la secuela de la misma cinta, “Top Gun: Maverick”, y no fue para menos uso voz artificial.
Por singular que parece padecer de cáncer en la garganta no lo es.
Al menos 39 personas fueron laringectomizadas en el Hospital Rosales, en El Salvador, solo en 2020 en el Hospital Rosales, de acuerdo a las cifras del Sistema de Morbimortalidad en Línea (SIMMOW) del Ministerio de Salud, Minsal.
La laringectomía es el tratamiento en los pacientes con cáncer de laringe o garganta en “estadios avanzados”, siendo su consecuencia más inmediata y más importante para el paciente la pérdida de la voz.
Lo agravante de esa situación es que los pacientes no cuentan con una opción de rehabilitación en el sistema público de salud de El Salvador y luego de sufrir el impacto físico, emocional, social y laboral por perder el habla por causa de la extirpación de laringe, la mayoría no puede volver a su vida productiva, a consecuencia de estar imposibilitado para hablar.
Te puede interesar: ¿Qué hizo? Salvadoreña gana premio de la Organización Mundial de la Salud
Muchos pacientes en la búsqueda de la rehabilitación han recibido atención en la Fundación en pro de las personas laringectomizadas en El Salvador (Fundahabla).
En ese lugar aprenden sobre y el uso de la voz erigmofónica, que consiste en la inyección (este término es muy importante, inyectar no es tragar aire) de aire en el esófago, esto provoca una vibración de la mucosa del mismo y se traduce en el habla del laringectomizado. El método tiene las ventajas que no requiere de prótesis y es la voz más parecido al antiguo hablar.
La literatura especializada puntualiza que el método holandés es el que mejor trabaja la erigmofonía, ese busca lograr a conversación fluida con este nuevo tipo de voz.
El método consiste en ejecutar las sílabas “plosivas” /P/ /T/ /K/ por ser sonidos que producen una gran cantidad de aire lo que facilita la inyección y la expulsión posterior de la palabra.
Los autores defienden el método por ser el que mayor fluidez da a a la palabra así como la máxima intensidad en erigmofonía.
Aparte de el acompañamiento psicológico y espiritual, entre otras atenciones.