Octubre de 2021 marcó un duro golpe a los municipios pues fue cuando el gobierno decidió recortar del 10% al 1.5% del Presupuesto General los fondos para obras locales, Fodes, además que disolvió al Instituto Salvadoreño de Desarrollo Local (ISDEM) y se creó la Dirección de Obras Municipales, la cual ha centralizado la construcción de obras.
A un año de esas decisiones, los alcaldes se han quejado de que no tienen suficientes fondos para destinar a obras comunales y en algunos casos las finanzas están tan apretadas que no tienen ni pagar servicios básicos como recolección de basura o planillas municipales.
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Todo este panorama ha incidido de forma negativa en la imagen que tienen los salvadoreños de las alcaldías a la luz de una encuesta realizada por la organización Fundaungo divulgada a principios de la semana pasada.
En la evaluación, los concejos municipales aparecen con una nota de 5.6, es decir al filo de la reprobación, mientras la Asamblea Legislativa aparece con 7.2 y el presidente con 8.2, de acuerdo al sondeo realizado en junio.
“La aprobación de los gobiernos locales ha disminuido al compararla con finales de 2021. El 49.4 % de los entrevistados expresaron en 2022 que el trabajo por su gobierno local era muy bueno (12.4 %) o bueno (37.0 %), mientras que en noviembre/diciembre de 2021 este valor era del 57.6 %, muy bueno (15.2 %) y bueno (42.4 %)”, resalta la Fundación.
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Otro dato revelador es que cuando se le pregunta a los entrevistados sobre la confianza en las instituciones, las alcaldías aparecen en décimo lugar por detrás de la mayoría de las instituciones del Estado.
De acuerdo a Fundaungo, el estudio de opinión se realizó de manera presencial entre el 1 y el 29 de junio de 2022, “con una muestra probabilística, estratificada y representativa a nivel nacional, de 3,000 encuestas efectivas” a nivel nacional.
El contraste con el trabajo de los órganos de gobierno es evidente para Fundaungo. “Si bien la evaluación de los principales órganos de gobierno es alta, existe una opinión dividida sobre la representación de intereses ciudadanos en los mismos.
Solamente 2 de cada 5 salvadoreños (37.3 %) creen que sus intereses están mucho o algo representados por los Concejos Municipales de su municipio”, establece el estudio.
Sin dinero
El gobierno envió en octubre de 2021 un “combo” de leyes para las alcaldías. Redujo a 1.5% del Presupuesto general el Fondo para el Desarrollo Económico y Social (FODES), ordenó disolver el ISDEM y el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FIDSL) y al mismo tiempo envió una ley de creación de la Dirección de Obras Municipales (DOM).
El golpe más fuerte ha sido el recorte de fondos, según se han quejado decenas de alcaldes, porque les impide hacer obras en las comunidades.
El alcalde de San José Villanueva, en La Libertad, Pedro Durán, ha sido uno de los que más ha denunciado la falta de fondos.
Antes de que la Asamblea aprobara reducir el FODES, la municipalidad de San José Villanueva recibía $120,000 al mes, pero ahora esa asignación se redujo a $22,000, afirmó Durán recientemente.
“Son $100 mil menos, eso genera un impacto, porque toda la parte social, el fondo propio se podía ocupar en el tema social, porque el Fodes se ocupaba en infraestructura”, aseveró el munícipe en una entrevista televisiva. Como San José Villanueva, a lo largo de este año muchas alcaldías han mostrado las dificultades que han pasado ante el recorte del Fodes.
El impacto ha sido mayor en las alcaldías pequeñas, en donde la recaudación vía tasas es pequeña porque no hay mayor actividad comercial en sus municipios. Las alcaldías grandes, como San Salvador, San Miguel, Santa Ana o Antiguo Cuscatlán no han padecido con el recorte pues tienen más fondos recolectados vía tasas e impuestos municipales.
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Mientras que ha habido quejas de que la DOM sí ha reparado calles y las ha pavimentado, pero que no atiende las necesidades en otras áreas.
“A mí no deja de dejarme en qué pensar, ver un rótulo de la DOM trabajando en hacer aceras en Antiguo Cuscatlán, que ya habían aceras, de reconstruir el indio Atlacatl en Antiguo Cuscatlán, que es un municipio que mayor recaudación tiene, cuando en San José Villanueva hay calles de tierra y la gente tiene que salir con un par de zapatos en la mano y una bolsa plástica y cambiárselos en el bus”, dijo el edil de San José Villanueva.
De hecho, politólogos como Álvaro Artiga de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, consideran que la función de la DOM más que apoyar a los municipios es expropiar las tierras para los megaproyectos que ha anunciado al gobierno con cooperación externa.
“La DOM aunque la vemos reparación de calles su principal función no va a ser esa. Va a ser la encargada de los procesos de expropiación que van a ser necesarios para el Tren del Pacífico, para el Aeropuerto (en La Unión) la inversión de grandes hoteles. Necesitan desalojar a la gente que tienen propiedades en esa zona”, dijo Artiga esta semana.