Juan Francisco Henríquez Flores, de 29 años, fue detenido el pasado 19 de agosto, en el marco del “Cerco a Cabañas”, implementado por el gobierno luego de que dos pandilleros atacaron a balazos a policías y lesionaron a uno de los agentes, en el cantón Maquilishuat, del municipio de Ilobasco.
La familia del joven ha reaccionado con una campaña en la que exponen que Juan no es pandillero, ni delincuente de ningún tipo, más bien es una persona activa en su municipio, por desarrollar el arte entre los jóvenes, a través de la música y el teatro.
“Es un joven que doy fe de él, es noble, franco, sincero y muy comprometido con los proyectos en pro de la juventud: música, arte, teatro. Créame, Fran no tiene vínculos con pandillas”, afirmó a El Diario de Hoy, el sacerdote y catedrático universitario, Reynaldo Antonio Rivas, más conocido como “El Padre Rivas”.
“Conozco a Fran desde hace varios años”, añadió.
El sacerdote hizo un recuento de cuando conoció al joven cuando era alumno del Técnico en Turismo en la Universidad Católica de El Salvador (Unicaes), Centro Regional de Ilobasco, mientras él era Capellán en ese momento. Luego, Juan fue miembro activo del Colectivo Caracol que tiene sede en Ilobasco y que reúne a jóvenes con diversos talentos artísticos.
Artista e impulsor del turismo
“Él incluso ha compuesto música con alto contenido social. Junto con su esposa iniciaron un negocio de tipo familiar: un café. Les he frecuentado mucho”, detalló el sacerdote.
Juan y su compañera de vida emprendieron un negocio de restaurante en el centro de Ilobasco; se trata del Café Sol y Luna, que también es un espacio para la difusión del arte en diversas manifestaciones.
Además de lo anterior, Juan es considerado en ese municipio, como un hábil artesano para trabajar con el hierro; trabaja fino tanto una puerta o ventana como cualquier adorno que se le encargue, afirman vecinos, amigos y clientes.
Precisamente en eso estaba trabajando aquella mañana del pasado 19 de agosto, cuando los policías llegaron a capturarlo, según relatos de familiares.
Un grupo de policías llegó a preguntar por Juan a la lotificación Vidal Severo López, en la entrada a la ciudad de Ilobasco.
De esa manera obtuvieron su número de celular y lo llamaron para que se presentara.
“Es la policía, me andan buscando”, le comentó a su padre, con quien estaba trabajando en la colocación de unas barandas metálicas en la terraza de una casa de la lotificación del cantón Agua Zarca.
“Deciles que vengan aquí”, le sugirió su padre, que también se llama Juan Francisco.
"Te aplica el régimen"
No pasaron muchos minutos cuando los policías llegaron.
-“¿Has estado detenido?”, le preguntaron.
-“Sí, 72 horas una vez hace nueve años”, les respondió el joven, con toda honestidad.
-“Entonces te aplica el régimen”, le dijo uno de los policías Y procedió a colocarle las esposas en las manos.
La familia explica que cuando Juan tenía 20 años, mientras departía con un grupo de amigos, la policía los capturó pero no hubo ninguna acusación, y a los tres días recuperó su libertad.
Juan no puso ninguna resistencia. Pero como si adivinara lo que le esperaba en las prisiones salvadoreñas, ya esposado le hizo una súplica a su padre: “Ayúdame”.
Ante la súplica de su hijo, el padre se indignó y les dijo a los policías que era una injusticia la que estaban cometiendo con su hijo y con su familia, que su familia ha vivido entre tres puestos de policías y siempre los han visto trabajando honradamente.
El padre extendió sus manos para que también se lo llevaran.
-“Si es delito ser pobre, entonces llévenme también”, les alegó.
Sin embargo los policías solo se llevaron al joven hacia la base de la Policía rural, instalada en la misma lotificación donde vive Juan Francisco con su familia.
Detenido en Izalco
Como el sacerdote Rivas, vecinos de la lotificación Vidal Severo López negaron que Juan fuera pandillero.
De acuerdo con Beatriz Henríquez, hermana de Juan, después de aquella vez, cuando él estuvo preso 72 horas, se dedicó de lleno al trabajo de estructuras metálicas con su padre, se graduó de Técnico en Gestión y Desarrollo Turístico, se involucró a impulsar el arte y cultura entre jóvenes de su municipio, para lo cual se organizó en el Colectivo Caracol y se involucró en el emprendimiento familiar con el restaurante.
Afirma Beatriz que como muestra del activismo en el arte y la cultura de su hermano, él es parte del proyecto musical “Voces de Barro”, en el cual ha compuesto e interpretado dos canciones: Octubre y El Viejo.
Beatriz asegura que en la base de policía rural, uno de los agentes que la atendió le comentó que ellos sabían que Juan solo trabajando pasaba, que así lo miraban siempre, pero que tienen órdenes de efectuar capturas en el régimen de excepción.
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A tres semanas de haber sido capturado, Juan se encuentra recluido en el penal de Izalco y su familia está gritando en redes sociales que Juan no es pandillero, que se ha cometido una arbitrariedad y una injusticia con él.
Por su parte, jóvenes involucrados en el proyecto Colectivo Caracol Ilobasco también han expresado su esperanza e interés de que pronto se esclarezca la situación jurídica de Juan Henríquez Flores.