La jornada de oración del domingo que la familia Amaya había organizado para pedirle a Dios la liberación de Yonis, capturado durante el régimen de excepción y llevado al Penal de Izalco, fue interrumpida por una llamada en la puerta.
El miedo les invadió y al abrir se encontraron con dos empleados de una funeraria que les llevaban la mala noticia: Yonis había fallecido y sus restos se encontraban en el hospital nacional Jorge Mazzini, de Sonsonate.
Yonis Balmoris Lovo Amaya es una de las 13 personas que han muerto dentro del penal de Izalco, tras ser capturados dentro del régimen de excepción ordenado por el presidente Nayib Bukele el 27 de marzo pasado.
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La familia relata que el hombre de 47 años fue capturado dentro de su vivienda el 11 de mayo a la 1:30 de la madrugada, los agentes de la Policía no les dieron explicaciones, solo dijeron que lo llevaban para investigación.
La captura del agricultor se dio un día después de la captura de su sobrino José Manrique Orellana Amaya, de 33 años.
La madre de José dice que su hijo se dedicaba a salir a vender pescado en un pick up, y fue capturado cuando iba con su hijo de cuatro años, a quien los agentes dejaron en la calle.
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En el caso de Yonis, horas más tarde en la delegación local, las autoridades se limitaron a decir a la familia que había sido capturado debido a una denuncia anónima en su contra.
La familia de Yonis defiende su inocencia mostrando los campos de cultivo de plátanos y cacao en los que él trabajaba, niegan que tuviera relación con grupos delincuenciales, como lo acusó la Policía.
“Él se dedicaba a trabajar en sus cultivos, además limpiaba pozos, arregla bombas, era un hombre honrado” expresa su esposa.
Horas después de la captura Yoni fue trasladado a las bartolinas de Usulután y luego fue enviado hacia el penal de Izalco, en el departamento de Sonsonate.
Mientras se encontraba en el penal su familia intentó por varios medios, que les permitieran ingresar el medicamento (Enalapril) que él tomaba de forma permanente desde que fue diagnosticado con hipertensión, pero según dicen, no les permitieron ingresar las medicinas.
“Es una lástima que no nos dejaron pasar la medicina, se los entregué a la abogada y ella dice que no le permitieron pasarlos” explica la esposa.
El documento de Medicina Legal que les fue entregado con los restos del agricultor dice que murió por un edema pulmonar.
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“Esto es muy doloroso y la impotencia de no poder hacer nada, pero yo quisiera que la gente sepa que hay injusticias en El Salvador” dice con resignación la cuñada de Yonis durante su velación.
“Es un dolor lo que le ha pasado, es injusto lo que están haciendo, tiene que hacerse justicia porque no está bien lo que están haciendo con estas personas inocentes”, dice la esposa del fallecido.
El primer día de su velación, los estudiantes del centro escolar Cantón El Sitio llegaron para acompañar al hijo de siete años de Yoni, que estudia en esa escuela.
Los niños fueron pasando uno a uno cerca del ataúd. Algunos recuerdan muy bien cuando Yonis colaboraba con el centro escolar podando los árboles y la grama. “El siempre apoyaba a nuestro centro escolar con algunas actividades” dijo una de las alumnas.
En la velación el hijo menor de Yonis se acercaba a cada momento al ataúd colocado al centro de una casa grande y antigua junto a los platanares sembrados por el agricultor, en la lotificación El Sitio, Puerto El Triunfo, Usulután.
El hermano de Yonis, que ha viajado de emergencia miles de kilómetros para darle el último adiós, ve con tristeza a su sobrino mientras comenta” Él esperaba que su papá regresara vivo”.