Cinco de cada 10 adolescentes entre 13 y 27 años de edad presentan algún tipo de trastorno de ansiedad en El Salvador, y 9 de cada 10 sufren del trastorno de ansiedad por separación, así lo reveló la Encuesta Nacional de Salud Mental 2022 (ESNM), publicada en marzo.
En el estudio impulsado por el Instituto Nacional de la Salud del Ministerio de Salud se describe la situación emocional, trastornos mentales, problemas psicosociales y brechas de acceso a servicios de atención en salud mental en niños, adolescentes y adultos.
La encuesta incluye cuatro unidades de análisis: niños de 3 a 7 y de 8 a 12 años, adolescentes de 13 a 17 años, adultos de 18 a 59 años y personas mayores de 60 años.
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En lo que a ansiedad y depresión se refiere, los hallazgos son concluyentes, el 50.9% de los adolescentes presentan síntomas de ansiedad total, mientras que el 20% de los adultos tienen algún grado de ansiedad generalizada y el 17.6% corresponde a adultos mayores.
Para esta investigación se tomó una muestra de 6,841 hogares (11,269 personas) a nivel nacional, de estos 1,131 fueron adolescentes.
Para medir los niveles de ansiedad en este segmento, los expertos usaron la prueba RCADS-471 la cual valora la presencia de síntomas relacionados a cualquier tipo de ansiedad.
Del 50.9 de los adolescentes que presentan algún tipo de ansiedad, el 84.9% presenta síntomas elevados de ansiedad por separación, y solo el 1.8% se encuentra en niveles normales.
La ansiedad por separación se caracteriza por el miedo de estar lejos de algunas personas, generalmente de sus padres; por el temor a que algo malo les pueda pasar a ellos o a la otra persona si están separados, explican los investigadores.
Iliana Paniagua, terapeuta de la Clínica de Asistencia Psicológica de la UCA y docente, señala que el trastorno de ansiedad por separación es común en niños pequeños, no obstante, al manifestarse en adolescentes se habla de un trastorno que debe ser atendido clínicamente, en este se manifiesta temor y angustia persistente que interfiere con las actividades del día a día, y muchas veces está ligado a una experiencia de pérdida.
“Hay otros elementos que pueden contribuir, esto depende del estilo de crianza que los adolescentes tuvieron de pequeños, un estilo de crianza sobreprotector, el no haber logrado un apego seguro con los cuidadores durante la infancia, además de cambios importantes o abruptos dentro del seno de la familia como separaciones, muertes, cambios de domicilio, cambio de centro escolar”, ejemplifica.
La encuesta identifica además el trastorno del pánico (54.7% ) y fobia social (18.1%) como los otros dos principales tipos de trastornos por ansiedad encontrados en adolescentes. En el primer caso la persona enfrenta brotes repentinos de miedo intenso o incomodidad que provocan reacciones físicas graves sin que exista un peligro real o causa aparente, explica Paniagua.
La fobia social se refiere al temor o ansiedad a situaciones en las que otros puedan estarlo observando, evaluando o juzgándolo, incluidos sus compañeros, porque temen avergonzarse a sí mismos o a no ser aprobados.
En el caso de los adultos y adultos mayores de 60 años, la ansiedad también representa un problema de salud mental importante, el 19.3% de los encuestados, entre 18 y 59 años, tienen algún grado de ansiedad. Para los mayores de 60 años, este trastorno representa el 17.7%
3 de cada 10 adolescentes están deprimidos
El 28.4% de los adolescentes también sufren de depresión mayor, un trastorno que se presenta cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un largo período de tiempo.
Este tipo de depresión está presente con síntomas elevados en dos de cada 10 encuestados, mientras que el 12.6% presenta síntomas leves y el 59.1 en niveles normales.
En los adultos, el 21 % sufre de algún tipo de depresión, mientras que a los adultos mayores corresponde el 24.3%.
La ESNM es la primera encuesta de salud mental en El Salvador tras los Acuerdo de Paz, esta concluye que, en base a los hallazgos obtenidos, resulta urgente la necesidad de mejorar los servicios y recursos disponibles para abordar los problemas de salud mental en el país.
Salud mental una asignatura pendiente en el sistema de atención
Expertos en psicología, psiquiatría y geriatras lamentan que, hoy por hoy desde el sistema de salud pública sea poco o insuficiente la atención en esta materia. Consideran que la salud mental debe ser abordado desde la atención primaria. Se necesitan más psicólogos y psiquiatras con especialidad clínica en las unidades de salud , centros de atención y en escuelas, señala el doctor Miguel Fortin Magaña, especialista en psiquiatría y psicología forense.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que a 2019, casi mil millones de personas, entre estas el 14% de los adolescentes de todo el mundo estaban afectadas por un trastorno mental, por lo que urge a los países transformaciones en esta materia.
A inicios de junio de 2022, la Organización Panamericana de la Salud, pidió a los Gobiernos en América aumentar a un 5% los recursos destinados a la salud mental para combatir la “crisis” que sufre la región. Actualmente se designa el 3%.
Para Paniagua, aunque no se tienen datos anteriores a la pandemia del covid-19, hay estudios que revelan el incremento de trastornos depresivos y de ansiedad en la población generados por sus efectos económicos y sociales.
“La pandemia pudo haber sido un detonante de este tipo de angustia generada por cualquier tipo de ansiedad en jóvenes. Recordemos que las personas han experimentado separaciones tal vez por muerte, incertidumbre, temor a que un familiar se enfermara “, acota.
Para el geriatra Luis Bermúdez, la depresión en adultos mayores muchas veces está relacionada a algún tipo de enfermedad. “La depresión en el adulto mayor no la vemos como un hecho aislado, y muchos especialistas podrían estar involucrados en este diagnostico desde el médico en atención primaria, hasta el neurólogo, el cardiólogo, el psiquiatra, el psicólogo”, explica.