En el lugar donde funcionó por décadas el Centro Escolar General Francisco Menéndez, a la par del Parque 2 de Abril, en Apaneca, ahora hay trabajadores y maquinaria de la Dirección de Obras Municipales (DOM). La escuela que operó por más de 80 años en el lugar fue demolida en un proceso “express” que la comunidad educativa aún no comprende, ante la falta de información oficial, improvisación e incertidumbre.
Jorge Alberto Carlos Carreño estudió de primero a noveno grado en la escuela, y después ha dedicado 22 años de su vida a la docencia, los tres últimos como director del centro escolar. Sentimientos encontrados para este maestro, quien vio su escuela demolida completamente, en poco más de un mes.
Para el director Carreño, fue “un error” cómo fue desalojada la comunidad educativa de la escuela, pues “no fuimos notificados con anticipación. Se hizo algunas consultas con miembros de la DOM, y prácticamente nos dijeron que de esa manera trabajan ellos, que no dan mayor información”.
Carreño añadió que “incluso llegaron del Ministerio de Educación, los que trabajan en proyectos de la Departamental; se trató que nos dejaran un documento firmado y sellado, pero igual, nos dijeron que no era posible eso. Hasta el momento, desconocemos dónde va a ser reubicada (la escuela). Es una información reservada que ellos mantienen”.
Según narraron madres y padres de familia en el lugar, vivieron un “desalojo express”.
Una madre de familia, quien pidió anonimato para evitar problemas con autoridades de Gobierno, describió cómo la cifra de 542 estudiantes, más 18 docentes, pasaron por un traslado en menos de 72 horas al Hotel El Paraíso, en el Barrio San Pedro de Apaneca, pues la escuela iba a ser demolida.
“Fue sumamente rápido. En la semana se nos avisó que iban a trasladarse, pero que no había fecha. Terminó el viernes (1 de septiembre), luego el sábado avisaron que iba a haber una reunión el lunes, para informar de dónde nos iban a alojar. Pero el domingo por la noche avisaron que ya no iba a haber clases el lunes, porque ese lunes era el traslado. Y nosotros pensamos, ¿cómo vamos a hacer con nuestros hijos?”, narró.
Ese lunes 4 de septiembre, personal de la DOM estuvo presente para desalojar la escuela y la demolición comenzó. Según el director Carreño, personal de la departamental de Educación se llevó el 50% del mobiliario del centro escolar, y el restante fue llevado días después al hotel; todo en un ambiente de prisa, improvisación y completa falta de información para la comunidad educativa.
Después, las niñas, niños y adolescentes pasaron 15 días en clases virtuales, hasta que finalmente se incorporaron a las aulas improvisadas en las habitaciones del Hotel El Paraíso, donde operan en dos grupos, ya que el lugar no da abasto para recibir a 542 estudiantes, que antes estaban en el C. E. General Francisco Menéndez.
La sorpresa que se llevó la comunidad educativa también impactó en el concejo municipal de Apaneca, de Nuevas Ideas. El secretario Ronny Santillana confirmó a El Diario de Hoy que la comuna no ha recibido ninguna información de la DOM sobre el alcance del proyecto, más allá del rótulo que está en el parque frente a la iglesia, donde antes estaba la escuela: “Revitalización del Centro Histórico de Apaneca. Valor total de la obra: $2,189,813.75. Tiempo de ejecución: 290 días”.
“No estamos al tanto del proyecto. Estamos en contacto con la ejecución (de la DOM), en cuanto a cierre de calle y material que están desalojando, pero cómo se ha llevado todo el proceso, no sabemos”, dijo Santillana, quien agregó que no han recibido información sobre dónde, cuándo y cómo será construida la nueva escuela, si es que finalmente el Gobierno construye una en lugar de la demolida.
El director Carreño sabe que las condiciones no son las ideales y que al cuerpo estudiantil le ha sido difícil adaptarse al cambio.
“La diferencia es que aquí el hotel está diseñado para habitaciones, no aulas. Ha sido un poco incómodo, tanto para el alumnado como personal docente, el adaptarse a las nuevas instalaciones”, comentó el maestro.
Además, ha habido quejas porque la calle que está frente al hotel es una vía principal, por lo que hay vehículos que pasan a gran velocidad y esto pone en riesgo a la comunidad educativa a las horas de entrada y salida a clases. Carreño dijo que ya hicieron gestión con la Policía y la alcaldía, pero están a la espera de que se concrete.
Malestar
Madres, padres de familia y personas encargadas de estudiantes conversaron con El Diario de Hoy y expresaron su enojo e incomodidad por todos estos cambios apresurados y por la falta de información.
Su malestar nace de una lista larga de deficiencias: lamentan que el regreso a clases semipresenciales implica un gasto extra, pues tienen que cargar con internet los celulares o laptops, ya que el plan de datos que daba el Gobierno ya no está; denuncian que los baños “son un asco” y que el servicio de agua es pésimo en la zona, por lo que los sanitarios están sucios después del primer uso cada día; ven un riesgo en las gradas, balcones y ventanales del hotel, que podrían provocar una caída; critican que las clases las reciben con pupitres “amontonados” por el tamaño de las habitaciones, y que el cuerpo docente da clases sin pizarrones.
Otro punto importante, donde también el director admitió que es un problema, es que no tienen un espacio para correr y jugar durante los recreos. En la demolida escuela había una cancha.
Para varias madres presentes en el hotel durante la visita de El Diario de Hoy, es incomprensible por qué se demolió con tanta prisa la escuela, sin antes tener un lugar adecuado para recibir al alumnado; a su juicio, era mejor que terminara el año escolar entre octubre y noviembre, para luego proceder a las obras con mayor calma.
Mientras en el Parque 2 de Abril continúan las obras, el director Carreño hace lo posible por cerrar el año lectivo de la mejor manera en estas condiciones, con la esperanza de que, después de este desalojo y traslado, disfrutarán de una nueva y mejor escuela; aunque, por ahora, no han recibido ninguna información al respecto.
“Sé que primero Dios así será, que nos darán un local nuevo. Si es en beneficio de la niñez, lo consideramos positivo, pero siempre y cuando se cumplan las promesas que se han hecho”, concluyó el director, quien admitió que tampoco sabe quiénes son los propietarios del Hotel El Pacífico donde ahora opera la escuela, ni si está cancelando el alquiler correspondiente la DOM o el Ministerio de Educación.