La fundación Cristosal hizo público, en febrero pasado, que la desaparición de personas ha incrementado el fenómeno desplazamiento forzado interno en El Salvador: de los casos atendidos entre septiembre de 2021 y febrero de 2022, fueron 38 las víctimas de desplazamiento a causa de una desaparición, en tan solo seis meses, una cifra alarmante cuando se considera que en siete años (entre 2014 y 2021) solo se había registrado 54 desplazamientos a causa de desapariciones.
El desplazamiento forzado interno en El Salvador tiene varias razones. Según los datos de nuestra Dirección de Investigación, se ha detectado un aumento en casos de desplazamiento forzado interno a causa de desaparecidos en los últimos 6 meses.?? pic.twitter.com/iVXSX5ETOr
— Cristosal (@Cristosal) February 21, 2022
Las cifras relacionadas a desaparecidos en El Salvador presentaron una tendencia al alza. El número de casos no resueltos de personas desaparecidas se duplicó de 2020 a 2021. Hasta noviembre de 2020, el país cerró con 200 casos y, en el mismo período de 2021, llegó a 488: un incremento del 41%, según datos de la Fiscalía General de la República.
Los sonados casos de Jimena, Karen y Eduardo
Jimena Ramírez, futbolista de 21 años de edad, desapareció la noche del 23 de octubre de 2021, luego de participar en un encuentro deportivo que se disputó en la cancha de la comunidad Quezaltepec, el municipio de Santa Tecla.
Luego de varias semanas de presión mediática y social para agilizar la investigación de la desaparición de Jimena, el hallazgo de los restos de su cuerpo ocurrió el 17 de noviembre de 2021, en una fosa clandestina dentro de los terrenos de la Finca Suiza, en Nuevo Cuscatlán.
Su caso puso en el mapa la ubicación de ese lugar, en el que las autoridades ya realizaban excavaciones desde días atrás y en donde serían localizados los cuerpos de Karen y Eduardo Guerrero, un mes más tarde.
Los hermanos Karen y Eduardo Guerrero desaparecieron el 18 de septiembre de 2021. Se les vio por última vez en una comunidad del municipio de Santa Tecla. La joven se encontraba en casa de una amiga y su hermano pasaría a recogerla. Ambos abordaron el automóvil de un servicio privado de transporte y no se supo más de ellos.
Los cuerpos de ambos jóvenes fueron localizados el 23 de diciembre de 2021 en el cementerio clandestino de la Finca Suiza, en donde semanas atrás también fue encontrada la futbolista Jimena Ramírez, en el municipio de Nuevo Cuscatlán, a unos cinco kilómetros del lugar en que desaparecieron.
En diciembre de 2021, Cristosal y otras organizaciones de la sociedad civil instaron al gobierno salvadoreño a adherirse a protocolos internacionales y así dar un primer paso hacia el reconocimiento del fenómeno, cuyas implicaciones actuales, explicaron, se equiparan al reconocimiento de las desapariciones durante el conflicto armado de hace tres décadas en ese país, incluso en lo referente a la aplicación de justicia, la cual calificaron de impune.
“Conocemos, lamentablemente, la deficiencia en la labor de búsqueda que se realiza en la actualidad y tanto los casos del pasado, como los del presente, están en impunidad”, opinó Sonia Rubio, de la Fundación Salvadoreña para el Debido Proceso (DPLF, por sus siglas en inglés), instancia dedicada a fortalecer el Estado de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos en América Latina.
Kerlin Belloso, abogada de la Fundación para la Aplicación del Derecho (FESPAD), organización salvadoreña que impulsa el Derecho Jurídico como instrumento al servicio de la población, señaló, a propósito de la aplicación de justicia que "las familias de personas desaparecidas, aparte del sufrimiento y la desesperanza que causa la desaparición de su ser querido, se enfrentan a la agonía, al abandono e indiferencia de las instituciones del Estado responsables de administrar justicia", esto durante la sesión en donde el Estado salvadoreño expuso la problemática de la desaparición de personas ante la CIDH.