El gobierno de El Salvador enfrenta a partir de este miércoles una audiencia pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte IDH, por supuesta violación a los derechos a la vida, a la integridad y la vida privada de la joven conocida judicialmente como Beatriz, al no permitirle la interrupción del embarazo de un feto anencefálico.
La jornada ante el ente regional está programada para dos jornadas, en la primera jornada rindió su declaración la madre de Beatriz, como representante legal de la joven, debido a que la joven murió a causa de una neumonía, después que fue llevada a un hospital regional tras sufrir un accidente de tránsito.
La madre expuso ante los jueces el calvario que la joven tuvo que afrontar porque el Estado de El Salvador no le permitió acceder a la interrupción del embarazo a las 14 semanas, lo que según ella agravó su condición de salud debido a su padecimiento de lupus eritematoso sistémico, nefropatía lúpica y artritis reumatoidea.
La señora explicó que Beatriz desde las 12 semanas decidió interrumpir el embarazo de segundo hijo, debido a que los médicos le habían explicado que el feto no era compatible con la vida.
“Ella quería vivir por su primer hijo”, expresó la madre de la joven, quien además denunció que su hija fue víctima de acoso por parte de grupos y médicos que se oponían a que ella interrumpiera su embarazo.
Por su parte, Guillermo Antonio Ortiz, ginecólogo con especialidad en embarazos de alto riesgo, explicó que en un comité médico de 15 especialistas acordaron que el procedimiento más adecuado era una interrupción del embarazo, sin embargo estaban atados de manos, debido a leyes existentes en el país que criminalizan estos procedimientos.
Ortíz explicó que la paciente estaba de acuerdo con la interrupción del embarazo debido a que quería salvar su vida. “Me dijo que le ayudará a que se interrumpiera el embarazo”, aseguró Ortíz.
Por su parte, el doctor Rafael Barahona Castaneda, ginecólogo obstetra y testigo propuesto por el Estado salvadoreño, aseguró que Beatriz nunca estuvo en riesgo y que durante su embarazo la paciente estaba estable en cuanto a su padecimiento de lupus y que en ningún momento presentó fallas renales.
El doctor además aseguró que la paciente tenía la presión arterial estable, es decir que no tuvo preeclampsia. “Después de la cesárea tuvo un incremento de la presión (arterial) pero se le estabilizó en las 48 horas”, aseguró.
Ante el cuestionamientos de los jueces que si Beatriz tuvo trabajo de parto previo a la cesárea realizada a las 26 semanas, el médico no pudo explicar si hubo o no. El doctor explicó que el feto nació con vida, que se lo mostraron a Beatriz y luego la pasaron al servicio de cuidados intermedios donde murió.
Por otra parte, Barahona desmeritó los informes emitidos por el comité médico de 15 especialistas para el caso Beatriz y restó importancia a las recomendaciones que se hicieron en esos informes.