Salvador Orlando Montano Méndez, de 55 años, es general de brigada en retiro. También es hijo del coronel Inocente Orlando Montano, preso en España tras haber sido condenado a 133 años de cárcel por el “asesinato de carácter terrorista” de cinco sacerdotes jesuitas de origen español, a mediados de noviembre de 1989.
A poco menos de un año de que su padre fuera condenado por la justicia española por un crimen cometido durante el conflicto armado, el general de brigada ha sido declarado prófugo de la justicia salvadoreña que le imputa delitos de corrupción que habría cometido junto con otros dos parientes suyos, de acuerdo con fuentes al interior de la comuna: la exalcaldesa Nercy Patricia Montano y la ex tesorera municipal, Ruth Raquel Aguilar de Montano, quien también ha sido declarada como prófuga.
Al general Montano y a sus dos parientes, la Fiscalía General de la República (FGR) les imputa cuatro delitos: Apropiación indebida de cuotas laborales, incumplimiento de deberes en perjuicio de la administración pública, malversación de fondos e Infracción a las condiciones laborales o de seguridad social.
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Montano ocupaba un puesto clave en la administración municipal de Soyapango. El mismo día que su prima, Nercy Montano, tomó posesión como alcaldesa, el general fue nombrado como director de asuntos estratégicos, según el Acuerdo número Veinte, asentado en Acta número uno, de fecha uno de mayo de dos mil veintiuno, según consta en documentos oficiales.
Fuentes al interior de la comuna aseguran que quien realmente tomaba las decisiones que como alcaldesa le correspondían a Nercy, era precisamente el general Montano. “Era el verdadero poder tras la silla edilicia”, aseguran los informantes.
De acuerdo con las fuentes, el general Montano llevó a dos hombres de su entera confianza para que ocuparan puestos clave en la comuna de Soyapango: dos coroneles, uno de ellos es el gerente de operaciones (sustituido recientemente), en tanto que el segundo fue designado como director del Cuerpo de Agentes Municipales (CAM).
El pasado 13 de enero, varios agentes del CAM de Soyapango intimidaron a periodistas de la radio YSUCA y los obligaron a borrar las imágenes que habían hecho cuando cubrían la protesta de empleados de esa comuna que reclamaban el pago de salarios atrasados.
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“Agentes del CAM de Soyapango obligaron a periodistas de Radio YSUCA a borrar fotografías tomadas en los alrededores de la municipalidad. Los periodistas fueron amenazados y les dijeron que iban a monitorear las redes de la radio para verificar si publicaban material”, publicó la YSUCA ese mismo día, inmediatamente después de la acción contra la labor de sus periodistas.
De hecho, fuentes de la alcaldía de Soyapango refieren que desde llegada del general Montano y los dos coroneles de su confianza, el CAM fue “militarizado” con la contratación de ex militares, por lo cual no les extraña la actitud de sus elementos hacia el trabajo periodístico, dijeron los informantes.
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Se intentó conocer la versión de los dos coroneles, a quienes las fuentes señalan de haber sido llevados a la comuna por el general Montano. Supuestamente, uno de ellos fue sustituido recientemente, en tanto que el otro continúa en su puesto. Se le llamó a la oficina y su secretaria prometió trasladar el número de teléfono para que se comunicara con el periodista responsable de esta nota, sin embargo, al momento de publicar no había respuesta.
