Elon Musk, propietario y jefe de Twitter desde hace tres semanas, anunció el viernes que se han restablecido varias cuentas de usuario suspendidas en la plataforma, pero que "todavía no ha tomado una decisión sobre Trump".
Trump fue expulsado de la plataforma poco después del asalto por parte de sus simpatizantes al Capitolio, el 6 de enero de 2021, con miras a impedir la certificación electoral de su rival demócrata Joe Biden.
Un futuro incierto para Twitter
Después de que numerosos ingenieros de la influyente red social le tomaran la palabra a Elon Musk y anunciaran que se irían de la empresa, en lugar de quedarse para darlo todo "incondicionalmente".
Según exempleados y varios medios estadounidenses, cientos de empleados respondieron "no" al ultimátum del nuevo dueño y jefe, quien les había dado a elegir entre trabajar incansablemente "para construir un Twitter 2.0 revolucionario" o irse con tres meses de salario.
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La mitad de los 7.500 empleados del grupo californiano fueron despedidos hace dos semanas y otros 700 ya habían dimitido en el verano boreal, incluso antes de estar seguros de que la operación de compra-venta se concretaría.
"Mis amigos se han ido, se avecina una tormenta y no hay ningún incentivo económico. ¿Qué harías? ¿Sacrificarías el tiempo que pasas con tus hijos durante las vacaciones por promesas vagas y la oportunidad de hacerte rico? ¿Más rico?", resumió Peter Clowes, ingeniero informático y director en Twitter y "superviviente de los despidos", según su perfil de Linkedin.
Como muchos otros empleados del grupo californiano, detalló sus dudas y los motivos de su elección, explicando que no "odiaba a Elon Musk", que entendía algunas de sus decisiones y que quería "ver triunfar a Twitter".
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Pero solo "tres ingenieros de los 75" de su equipo han sobrevivido. "Si me hubiera quedado, habría estado de servicio casi constantemente, con muy poco apoyo, por un período indefinido en sistemas informáticos complejos en los que no tengo experiencia", señaló. Además, "no se ha compartido ninguna visión con nosotros. Ningún plan quinquenal como en Tesla. (…) Es una pura prueba de lealtad".