Dos pescadores, padre e hijo, se encontraban flotando a la deriva, aferrándose desesperadamente de una hielera para no hundirse en el puerto de Boston.
La patrulla portuaria del Departamento de Policía de Boston llegó a rescatarlos luego de recibir una llamada de auxilio del bote de langostas en el que estaban pescando y que comenzó a hundirse alrededor de las 6:30 de la tarde, informó Infobae.
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Los oficiales Stephen Merrick y Garrett Boyle fueron quienes llegaron al lugar luego del llamado el día miércoles cerca de Graves Light Station dijo la policía en un comunicado. Ese faro se encuentra a unos 14 kilómetros de la costa.
Cuando los oficiales llegaron solo encontraron una pequeña parte de la proa del barco Glory Days sobre el agua, pero cuando se acercaron vieron a los hombres sosteniéndose de la hielera, según NBC News.
“Se podía ver el miedo en sus rostros”, dijo Merrick. “Tenían frío. Parecían muy cansados y débiles”.
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Según las declaraciones de los pescadores, su bote se enredó en las líneas de langosta y la corriente lo empujó a las rocas perforando el casco.
Ambos fueron llevados a emergencias y los trataron por las heridas leves que tenían, su bote también fue remolcado.