Estados Unidos dio el anuncio esta semana sobre su consideración para el despliegue de perros robots preparados para ayudar a las fuerzas de seguridad en la vigilancia fronteriza.
"La frontera sur puede ser un lugar inhóspito para el hombre y la bestia, y este es exactamente el motivo por el cual una máquina puede sobresalir allí", afirma Brenda Long, jefa del Directorio de Ciencia y Tecnología del departamento de Seguridad Interior (DHS) estadounidense en un comunicado.
Se trata de perros robots, que forman parte de lo que se conoce como vehículos de vigilancia terrestre automatizados o AGSV.
El equipo tecnológico del DHS propone estas máquinas a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) para ayudar a los agentes y "al mismo tiempo aumentar su nivel de seguridad".
El DHS colaboró con la compañía Ghost Robotics para la creación de estos drones de cuatro patas.
Según Gavin Kenneally, director de productos de Ghost Robotics, el perro robot pesa 45 kilos y fue concebido para el tipo de trabajo que necesita en la zona fronteriza.
"Es un robot cuadrúpedo resistente. Atraviesa todo tipo de terreno natural, como arena, rocas y colinas, así como entornos construidos por personas, como escaleras", afirma, citado en el comunicado.
Debido a los diversos comportamientos delictivos que ocurren en la frontera, que pueden ser realizadas por cualquiera, los agentes fronterizos tienen que luchar contra esto añadiendo que también lidian con el terreno accidentado, calor o humedad.
El proyecto en el que se lleva trabajando desde hace dos años y medio está siendo evaluado para determinar si está “a la altura”. Fueron llevados a Lorton, Virginia, equipados con cámaras y sensores para transmitir a tiempo real los datos e información.
En ese lugar, el equipo también probó si se pueden manejar desde un ordenador portátil o por control remoto y la forma en la que se desplazan en diversos terrenos.
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Los perros robots aprobaron estos exámenes y pasaron a la siguiente fase, en El Paso, Texas, para ver cómo se desenvolvían en condiciones reales de entornos hostiles, bajo altas temperaturas y poco oxígeno.
A estos perros se les puede acoplar cámaras térmicas, de visión nocturna o zoom, así como sensores químicos, biológicos o radiológicos.
Se desconoce si estos perros robots llegarán algún día a vigilar la frontera, pero el DHS no descarta su uso. "No se sorprenda si en el futuro vemos al robot "Fido" en el terreno, caminando junto al personal de la CBP", mencionaron.