Este plan arranca el 28 de febrero entre nacionales y residentes -así como los algunos australianos- con la vacunación con la pauta completa y que deben someterse a su llegada a una prueba para detectar la covid-19; así como un aislamiento domiciliario de diez días.
Quienes aún no estén vacunados o no hayan completado su inoculación continuarán sujetos a estrictos regímenes de cuarentena por 14 días en centros gubernamentales.
A partir del 14 de abril podrán viajar al país oceánico los trabajadores extranjeros cuyo salario supere el salario medio neozelandés ($5.679 dólares de EEUU) así como trabajadores temporales.
Casi un mes después podrán ingresar unos 5.000 estudiantes extranjeros y otros titulares de visados específicos.
La reapertura para los turistas australianos y países que no requieren visado se producirá en julio, cualquier otro extranjero podrá ingresar en una fecha no determinada de octubre de 2022.
TAMBIÉN: Tonga entra en confinamiento por covid mientras se recupera de la erupción de volcán
Jacinda Arden, Primera Ministra de Nueva Zelanda, planeaba abrir las fronteras el 17 de enero, pero la variante ómicron desbarató esos planes.
Este retraso permitió "darnos la oportunidad de impulsar las dosis de refuerzo, una oportunidad que la mayoría de los demás países nunca han tenido. Y una oportunidad para que los neozelandeses se tomen un respiro tras un año duro y se preparen para la siguiente fase", indicó la mandataria.