Al menos 39 migrantes murieron y 29 más resultaron lesionados en el incendio en un centro de detención en la mexicana Ciudad Juárez (norte), fronteriza con Estados Unidos, informó la madrugada de este martes el gobierno de México.
La Fiscalía General de la República, de México, informó esta tarde, mediante un boletín, que entre los 68 migrantes víctimas del incendio, 12 son salvadoreños, aunque no detalla si están entre los 39 que murieron o los 29 que están hospitalizados recibiendo atención médica por las quemaduras.
Los nombres de la docena de connacionales, víctimas del incendio en la Estancia Provisional del INM (Instituto Nacional de Migracion) en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua son Andrés Fernando Calderón Carbajal, Brayan Eduardo Flamenco Quinteros, Carlos Alberto Pacheco Gutiérrez, Daniel de Jesús Varela Ramírez, Enrique Alfonso Melara Rivera, Inmer Onesi Molina Hernández (Hospital de la familia Femap), José Amílcar Portillo Solórzano.
Así también, José Pedro Rivera García, Marvin Armides García Pacheco (IMSS 6), Milton Alexis Melara Melgar, Misael Antonio Aguilar López y Roberto Antonio Henríquez Evangelista. El comunicado no detalla si estos salvadoreños murieron durante el siniestro o si se encuentran hospitalizados.
Citando como fuente al Instituto Nacional de Migración, el boletín de la FGR menciona que de los 69 migrantes afectados, 28 son de origen guatemalteco, 13 son de honduras, 12 más de Venezuela; también hay un colombiano y un ecuatoriano, y uno más que se negó a proporcionar su identidad y nacionalidad.
El siniestro, inédito en este tipo de instalaciones, se originó la noche del lunes, cuando en el interior había 68 hombres, todos mayores de edad provenientes de Centro y Sudamérica.
A través de un comunicado detallaron: "El Instituto Nacional de Migración (INM) de la Secretaría de Gobernación lamenta el fallecimiento –hasta el momento– de 39 personas migrantes extranjeras, derivado de un incendio".
Los 29 heridos fueron trasladados a cuatro hospitales, donde su estado es grave, añadió la dependencia.
"Se estableció comunicación y coordinación con autoridades consulares de diferentes países para implementar las acciones que permitan la identificación plena de las personas migrantes fallecidas", añadió el INM.
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Presuntamente el fuego se inició en la zona donde son albergados los extranjeros sin papeles. "El INM rechaza enérgicamente los actos que derivaron en esta tragedia", añade.
Una periodista de la AFP constató el momento en que socorristas sacaban los cadáveres para ponerlos en la zona del estacionamiento del centro migratorio antes de ser retirados por personal forense.
Tras el siniestro, localizado cerca de la frontera, provocó la movilización de bomberos y de decenas de ambulancias. El lugar permanecía custodiado durante la madrugada por militares y guardias nacionales.
Numerosos migrantes han sido trasladados a este centro migratorio en los últimos días luego de que las autoridades locales retiraran a vendedores ambulantes, muchos de ellos extranjeros.
Una protesta interna
Horas más tarde el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, argumentó que el incidente había sido provocado por los mismos internos que se encontraban en medio de una protesta para evitar ser deportados.
"Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego, y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia", sostuvo el mandatario en su conferencia de prensa diaria.
"No te dicen nada"
Viangly, una venezolana, gritaba desesperada desde el exterior del centro migratorio, adonde fue llevado su esposo, de 27 años, tras ser detenido pese a tener los documentos para permanecer en México, aseguró.
La joven sabía que su marido está entre las víctimas del fuego, pero desconoce su estado de salud: "Se lo llevaron en una ambulancia. Ellos (oficiales migratorios) no te dicen nada, se te puede morir un familiar y no te dicen 'está muerto'".
Ciudad Juárez, vecina de El Paso, Texas, es una de las localidades fronterizas donde permanecen varados numerosos migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos para pedir refugio.
Recientemente cientos de ellos, la mayoría venezolanos, intentaron cruzar en estampida por un puente internacional el pasado 13 de marzo, pero agentes estadounidenses les impidieron el paso.
Un reciente informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que, desde 2014, unos 7,661 migrantes fallecieron o desaparecieron en el trayecto hacia Estados Unidos. 988 murieron por viajar en condiciones infrahumanas.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, endureció la política migratoria, obligando a los migrantes de Ucrania, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití a pedir asilo desde los países por los que transitan o a pedir cita en línea.
Dichas medidas se anuncian en momentos en que el mandatario demócrata es acusado por la oposición republicana de haber perdido el control de la frontera, con más de 4,5 millones de personas sin papeles interceptadas en esa región desde que asumió el cargo.