Messina, Siracusa o Palermo vistas desde el cielo: las cicatrices marrones colorean ahora el mapa de estas ciudades sicilianas. En el campo y en las zonas urbanas, los incendios han convertido en polvo edificios históricos. La iglesia más antigua de la capital de la isla, del siglo XV, ha quedado reducida a cenizas. El fuego envolvió las fachadas de las casas, rodeó las autopistas y el aeropuerto de Palermo, que permaneció cerrado durante varias horas; fue en esta zona donde se encontraron las dos primeras víctimas atrapadas.
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Es difícil evaluar los daños causados por las llamas, pero según Protección Civil, casi 340 incendios -algunos provocados- han destruido ya 700 hectáreas de bosque en los últimos días, todos ellos alimentados por un calor sofocante, como declaró a los diputados Nello Musumeci, Ministro de Protección Civil y ex gobernador de Sicilia, preocupado por los efectos devastadores del cambio climático en Italia.
“En las regiones del sur -afirma- una ola de calor absolutamente excepcional ha provocado picos de hasta 46-48 grados, es decir, valores récord, históricos". “Las palabras prevención, adaptación al nuevo clima y mitigación de cualquier riesgo deben convertirse en la brújula que guíe la labor del Gobierno y del Parlamento”, agrega.
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Hacia el estado de emergencia en cinco regiones
A pesar de las más de 3.200 intervenciones de los bomberos en el sur de la bota italiana, 1.400 de ellas sólo en Sicilia, varios ministros han señalado la falta de aviones hidrante de tipo Canadair y de bomberos para hacer frente a la magnitud de los incendios en Sicilia. En respuesta a una petición de Palermo, el Gobierno tiene previsto declarar el estado de emergencia para luchar contra los incendios en la isla y apoyar a los sicilianos afectados.
En total, entre tormentas y mal tiempo en el norte e incendios en el sur, el ejecutivo italiano prevé declarar el estado de emergencia para cinco regiones, de Sicilia a Lombardía, que han solicitado ayuda nacional para hacer frente a los efectos del cambio climático que están sufriendo este verano.