El obispo auxiliar de Los Ángeles (California), David O'Connell, fue asesinado el sábado a balazos y la policía considera que lo sucedido fue un homicidio, indicó este domingo la Arquidiócesis de esa ciudad.
"Estamos profundamente conmocionados y entristecidos por esta noticia", indicó en esa nota el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez.
El Departamento de Policía de la ciudad recibió una llamada de emergencia hacia las 13.00 hora local del sábado. Cuando los agentes llegaron se encontraron el cuerpo de O'Connell sin señales de vida y fue declarado muerto en el lugar de los hechos.
Estaba en la habitación de una casa y tenía una herida de bala en el torso que todavía sangraba.
Al principio su muerte se investigó como "sospechosa", pero después se ha determinado que fue un homicidio, según el arzobispado.
"Su legado seguirá vivo", señaló este domingo la Policía de Los Ángeles en Twitter.
O'Connell nació en Irlanda en 1953 y fue nombrado obispo auxiliar de Los Ángeles por el papa Francisco en 2015. Estaba destinado en esa archidiócesis desde 1979 y era el presidente allí de un grupo de trabajo interdiocesano encargado de coordinar la ayuda de la iglesia a niños y familias de Centroamérica.
El portal eclesiástico Vatican News informó que el arzobispo de Los Ángeles, monseñor José H. Gómez, hizo público el sábado un comunicado en el que expresaba su conmoción y tristeza por el "inesperado fallecimiento del obispo auxiliar David O'Connell".
"Era un pacificador con corazón para los pobres y los inmigrantes, y sentía pasión por construir una comunidad en la que se honrara y protegiera la santidad y la dignidad de toda vida humana".
El Arzobispo Gómez también recordó al Obispo O'Connell, de 69 años, como un "buen amigo" al que echará mucho de menos.
"Como sacerdote y más tarde como obispo aquí en Los Ángeles durante cuarenta y cinco años, el obispo Dave era un hombre de profunda oración que tenía un gran amor por Nuestra Santísima Madre", dijo el Arzobispo.
Animó a todos a rezar por el difunto obispo y "por su familia en Irlanda".
"Que Nuestra Señora de Guadalupe lo envuelva en el manto de su amor, y que los ángeles lo conduzcan al paraíso, y que descanse en paz", concluyó el Arzobispo Gómez.