Una expolicía de Dallas que dijo que mató a su vecino de un tiro tras confundirse y entrar al apartamento de la víctima por error y pensar que era un extraño fue hallada culpable de homicidio el martes. La exagente es blanca y su vecino, que estaba desarmado en su sala, era negro.
Se trata del juicio de gran repercusión social de Amber Guyger por la muerte de Botham Jean. El jurado llegó al veredicto tras sólo unas horas de deliberaciones, luego de escuchar testimonios durante seis días.
En la sala de la corte se escucharon voces de júbilo cuando se anunció el veredicto, y alguien gritó, "¡Gracias, Jesús!" En el corredor afuera de la corte, una muchedumbre celebró y gritó, "Las vidas de los negros son importantes". Cuando los fiscales aparecieron en la sala, resonaron los aplausos.
Guyger estuvo sentada sola, llorando, en la mesa de la defensa.
En Texas, la sentencia por homicidio es de cinco a 99 años de prisión. Se prevé que el jurado reanude el martes por la tarde su labor en la fase de castigo del juicio.
Se prevé que familiares de Jean declaren sobre el efecto que tuvo para ellos su asesinato, y los abogados de Guyger pueden argumentar que merece una condena leve porque actuó movida por el miedo y la confusión. El juez puede orientar al jurado acerca de la ley. No está claro cuánto durará esta etapa.
Los hechos básicos del raro tiroteo no estuvieron en disputa durante el juicio. En septiembre del 2018, Guyger entró al apartamento de Jean, quien vivía en el cuarto piso, directamente arriba del apartamento de ella en el tercer nivel, y halló la puerta no asegurada. Ella tenía puesto su uniforme tras terminar una larga jornada cuando abatió a Jean con su pistola policial.
La víctima, de 26 años, estaba disfrutando un helado cuando Guyger entró a su apartamento.
Jean, quien creció en la isla de Santa Lucía, país en el Caribe, llegó a Estados Unidos para ir a la universidad y luego trabajó como contador. Su muerte recibió amplia atención debido a las extrañas circunstancias del caso y porque fue una de una serie de muertes de hombres negros desarmados a manos de policías blancos.
"Un joven negro de 26 años, graduado de la universidad, contador público que trabajaba en una de las tres firmas contables más grandes del mundo... todo esto no debería de ser necesario para que se le haga justicia a un negro o latino desarmado en Estados Unidos", dijo Benjamin Crump, uno de los abogados de la familia Jean, en una conferencia de prensa.
Guyger, de 31 años, pidió perdón llorando por haber matado a Jean y dijo que temió por su vida al llegar a la puerta y creer que su apartamento no estaba asegurado.