En medio de las batallas en las calles de Kiev contra las fuerzas rusas que invadieron Ucrania, Yulia Snitko se refugió en el sótano de su edificio rezando por el bebé que lleva en su vientre.
La mujer - que tiene ocho meses de embarazo y un abultado vientre- vivió con terror las explosiones y las ráfagas de tiros provenientes de una instalación militar cercana, temiendo que la violencia la induzca a un parto antes de tiempo.
“Estoy tratando de estar lo más calmada posible para no tener un parto prematuro”, contó el sábado a la AFP la mujer desde un refugio que data de la Era Soviética.
Como Yulia miles de ucranianos viven con pánico desde el pasado jueves, cuando inició la invasión rusa que hasta este sábado había dejado casi 200 muertos, según cifras difundidas por las autoridades.
“Lamentablemente, según datos operativos, tenemos 198 muertos, entre ellos 3 niños, y 1,115 heridos, 33 de los cuales son menores de edad”, afirmó en su cuenta de Facebook el ministro de Sanidad de Ucrania, Víktor Liashkó.
Cerca de 116,000 ucranianos abandonaron ya el país, según la Organización de las Naciones Unidas. Se estima además que decenas de miles son desplazados internos y muchos se han refugiado en las áreas del oeste, menos afectadas por el conflicto.
En Mostyska, una ciudad cerca de la frontera con Polonia, miles de ucranianos intentaban dejar el país, formando colas en la carretera de hasta 20 kilómetros, detalló la AFP.
“Llevamos aquí mucho tiempo, puede que seis o siete horas ya, es de locos (...). No quiero dejar mi país pero, por los invasores, tengo que huir”, dijo Tamara Kulman, de 34 años.
Las violentas explosiones provocaron que algunos ciudadanos corrieran a cobijarse en los sótanos de las casas y en el metro, según describen agencias internacionales.
A su lado, un grupo de familias se instaló en camas hechas con cartones y equipamientos de camping.
Mientras, en las calles de la capital, los bombardeos dejaron escenas catastróficas, cuerpos en la vía pública, edificios destruidos y cientos de civiles en busca de resguardo.
Los servicios de emergencia afirmaron a los medios que una residencia había sido alcanzada por los bombardeos por la noche y mostraron una foto de un agujero que cubría cinco pisos de un edificio.
“Mi casa fue bombardeada”
La presentadora de la BBC Olga Malchevska se encontraba durante un programa en vivo cuando supo que su casa en Kiev fue destruida por los ataques rusos, de acuerdo con un video que se viralizó en redes sociales.
Malchevska se quedó conmovida al identificar que entre las imágenes que se transmitieron mostrando los severos daños en la capital ucraniana se encontraba su vivienda, donde aún residía su familia.
La periodista hablaba con su colega Karin Giannone sobre la complicada situación que atraviesa su país, cuando recibió un mensaje de su madre, de quien no había tenido noticias.
En ese momento, Giannone le preguntó a Malchevska “¿y ese es literalmente el edificio del que hemos estado hablando que ha sido destruido?”. La periodista ucraniana respondió conmocionada que sí. “No puedo creer que lo que veo es, de hecho, donde yo viví”, relató.