El 26 de marzo, durante el juicio en Nueva York, en contra de Leniz Escobar, alias la diablita, vinculada a la masacre de cuatro jóvenes quienes fueron asesinados por la MS en 2017 con lujo de barbarie en Long Island, la Fiscalía presentó como evidencia unos audios que contienen dos llamadas telefónicas que la acusada sostuvo con su novio el 12 de abril del mismo año, un día después de los asesinatos.
En las conversaciones la mujer, presunto miembro de la pandilla, da detalles escalofriantes del hecho, y acepta ser la responsable del cuádruple crimen. Para la parte fiscal estas podrían ser las pruebas que la implican de manera directa en el crimen.
Las llamadas, a los que tuvo acceso Univisión, tiene una duración de casi media hora. Uno de estos inicia con Escobar quien confiesa a su novio, Amador, que está preocupada pues uno de los cinco jóvenes logró escapar y no sabe que pueda pasar con ella.
"Cuatro personas tomaron el tren y nunca van a regresar", dice. “Se fueron de aquí. No están, no más”, repite en varias ocasiones, y añade que el que "aún sigue en el mapa" la conoce " y sabe ondas de mí".
"¿Qué pensaste que ibas a ganar haciendo eso?", pregunta Amador. Escobar responde que sabe que no ganaría nada, pero que ella estaría feliz. "Porque yo en verdad estaba feliz. Te lo digo así planchado: estaba feliz de que eso sucediera”, confiesa.
En un momento de la conversación la mujer acepta su responsabilidad en los hechos. “Si, yo lo hice todo. Yo lo hice todo y lo acepto”.
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Leniz Escobar enfrenta un juicio en el que se la acusa de atraer a las víctimas hasta el parque Central Islip donde consumirían marihuana. Poco tiempo después varios pandilleros de la MS-13 les rodearon y los asesinaron con bates, cuchillos, machetes y una hacha.
El 21 de marzo, el único sobreviviente de la masacre, un joven de 22 años, se subió al estrado en el juicio contra Escobar, y dio detalles de la trampa que les puso "la diablita" para que los asesinaran.
"Entraron por un agujero en la cerca. Eran ocho o nueve. Se cubrieron la cara con suéteres. Vinieron y formaron un semicírculo. Nos dijeron que nos pusiéramos de rodillas”, relató.
“Dijeron: ‘No te muevas. El que se mueve, muere(…) Corrí porque las primeras palabras que dijeron fue que nos íbamos a morir, que nos iban a matar y que tenían armas”, continuó.
Leniz Escobar enfrenta cargos de asesinato, extorsión y conspiración. La Fiscalía ha dicho que la mujer, quien tenía 17 años cuando ocurrió el crimen, estaba tratando de ganarse la aceptación de la pandilla al atraer a las víctimas. El juicio en su contra inició en diciembre de 2019.