El empresario ruso Alex Konanykhin ha ofrecido $1 millón de dólares por Vladimir Putin.
"Prometo pagar un millón de dólares al oficial o los oficiales que, cumpliendo su deber constitucional, arresten a Putin como criminal de guerra bajo las leyes rusas e internacionales”, anunció Konanykhin, según lo reportó el medio estadounidense Business Insider.
Su mensaje va dirigido principalmente a los militares dentro de Rusia, a quienes esta exhortando a capturar al presidente por “crímenes de guerra”. Esto, pues Putin ordenó una invasión militar a Ucrania sin una provocación previa, que ha dejado cientos de civiles muertos, millones de desplazados y gran destrucción a lo largo del territorio ucraniano.
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El inversionista de criptoactivos radicado en California añadió que es su misión, como ruso de nacimiento, apoyar a la “desnazificación” de su país natal.
Este concepto de “desnazificación” es el que Putin utilizó para justificar su invasión a Ucrania hace una semana. Según él y su extensa red de medios de desinformación, se está cometiendo un genocidio contra poblaciones étnicamente rusas al este ucraniano, algo de lo que no hay evidencia.
Sin embargo, hay observadores que afirman que Putin sí está incurriendo en algunas prácticas similares a las que en los años previos a la Segunda Guerra Mundial incurrió el líder de la Alemania Nazi. La anexión de Crimea en 2014 ha sido comparada a la anexión de los Sudetes de 1938, y la excusa de ingresar a un territorio para proteger a una etnia puede estar funcionando como justificación para un expansionismo territorial.
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Solidaridad con Ucrania
Según Business Insider, Konanykhin afirmó que “continuaré mi asistencia a Ucrania en sus heroicos esfuerzos por detener la masacre a manos de las hordas de Putin”.
El inversionista denunció que el líder ruso ha roto la ley de ese país y ha mantenido un asalto a las instituciones, una manipulación electoral y una política de silenciar a sus opositores, periodistas y críticos.
Por eso llama a otros empresarios rusos a hacer lo mismo. A poner dinero de sus bolsillos para incrementar la probabilidad de que los soldados rusos se den vuelta y dejen de seguir órdenes de quien considera es un “criminal de guerra”.