Emma Coronel, esposa de Joaquín El Chapo Guzmán, fue trasladada el lunes a una prisión de mínima seguridad en Forth Worth, Texas, donde permanecerá hasta 2023 cuando terminé los tres años de prisión a los que fue condenada por delitos de tráfico de drogas, conspiración y lavado de dinero.
El Buró Federal de Prisiones (BOP) informó que fue llevada a la prisión femenil Federal Medical Center Carswell (FMC Carswell). Este lugar es descrito en su página web como "un centro médico federal de seguridad administrativa con un campamento satélite de mínima seguridad adyacente".
FMC Carswell alberga a 976 prisioneras en el centro médico y a 261 en el campamento. Las internas tienen derecho a tener en su celda un radio, un reproductor MP3 y un reloj, asimismo cada una de ellas es reponsable del orden y la limpieza en el recinto. Según se lee en el sitio, cada mañana los custodios recorren las celdas para verificar que la cama esté ordenada y el piso barrido y lavado.
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Las autoridades estadounidenses han informado que Coronel cumplirá su condena el 13 de septiembre del otro año. Sus abogados habían solicitado que fuera trasladada a un penal de California, por el clima, las instalaciones del lugar y porque está cercano a la frontera de México y esto facilitaría para que su familia pudiera visitarla, pero el Buró ignoró la petición dejándola en Texas.
Este 22 de febrero se cumple un año de que la esposa del exlíder del cartel de Sinaloa fue detenida en un aeropuerto de Virginia. Según las autoridades estadounidenses Coronel Aispuro se involucró en la planificación de la fuga de prisión antes de la extraición de Guzmán a los Estados Unidos en enero de 2017, y fue su mensajera mientras este estaba en una prisión de máxima seguridad en México.
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Hasta esta semana, Coronel estaba en una cárcel de Virginia donde según declaraciones de su abogada Mariel Colón no se le permitía salir de su pequeña celda, mantenía las luces encendidas las 24 horas, pasaba frío durante la noche y por días no se le permitía bañarse.
Colón había dicho además que su clienta y amiga que durante este tiempo atrás ella ha podido hablar con sus hijas de nueve años Emali Guadalupe y María Joaquina, en dos ocasiones y esto le había ayudado a mejorar su estado de ánimo.
“Sólo puede hablar con su familia cercana y sus niñas, con ellas ya habló en dos ocasiones, ella se siente muy feliz de poder escuchar las voces de sus pequeñas ya que las extraña muchísimo, sus pequeñas para ella son la luz de sus ojos”, dijo la Colón en una entrevista con Telemundo en marzo pasado.