Bernardo Arévalo fue electo presidente de Guatemala con el 58% de los votos en medio de un clima de tensión y contundentes ataques políticos para sacarlo de la competencia.
“Va a asumir (Bernardo Arévalo) hasta enero 2024, hay un margen amplio en tiempo para que asuma. Sigue el entramado de ataque contra el proceso electoral, contra el movimiento "Semilla" por parte del Ministerio Publico”, señaló Eduardo Escobar, observador Internacional y presidente de Acción Ciudadana, durante una entrevista matutina transmitida por Telecorporación Salvadoreña.
Para el experto en temas políticos, las elecciones guatemaltecas tuvieron un giro inesperado ya que “terminó ganando un candidato que no estaba en el radar de ninguna encuesta”, tomando en cuenta que había más de veinte partidos políticos inscritos para este proceso electoral y las posibilidades de ganar se volvieron fraccionarias para los candidatos.
Durante la primera vuelta de estas elecciones el primer ganador fue el voto nulo o en blanco, lo que le dio la oportunidad de continuar el proceso al Movimiento Semilla.
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“Antes de la primera vuelta era muy cuestionado el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala, se le señalaban una serie de irregularidades, se alineó del lado correcto preservando el proceso electoral y eso sorprendió a muchos”, agregó Escobar.
Sin embargo, el experto señala que “desde la primera vuelta se mantuvo en esa lógica, y logró el Tribunal sacar el proceso; eso lo ha metido también en un problema con el Ministerio Publico. Vamos a ver en qué termina este intento que no ha cesado de cancelar al movimiento "Semilla"”.
Posterior a la toma de posesión de Arévalo el escenario es poco alentador y según Escobar “va a tener un problema de gobernabilidad en su bancada legislativa, no va a lograr la mayoría por sí solo, tiene que buscar consensos, lograr acuerdos”.
Las elecciones desataron una crisis política en Guatemala tras una campaña marcada por intentos de marginar al candidato Arévalo, del Movimiento Semilla, hijo de un mandatario que dejó huella, el socialdemócrata Arévalo genera esperanzas de cambio en un país sumido en la pobreza, violencia y corrupción, que inducen cada año a miles de guatemaltecos a emigrar.
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Comparación con el escenario salvadoreño
Recientes afirmaciones de figuras políticas argumentando que las elecciones salvadoreñas podrían vivir un giro inesperado como sucedió en Guatemala. No obstante, para Escobar no cabe dicha comparación.
“No podemos trasladar mecánicamente lo que ha pasado en Guatemala y Ecuador al caso salvadoreño, hay muchos que están haciendo cuentas alegres. Hay un contexto previo, no es que el candidato aparece de la nada”, recalcó.
Uno de los factores que el observador Internacional y director de Acción Ciudadana observa es el grado de descontento que pueda existir en la población: “hay que ver que condiciones están o no presentes acá para tener un resultado como Guatemala y Ecuador”.