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La Copa de Italia y su calor humano para el hermano de Frank Velásquez
Homer Velásquez, DT de la Barra, compartió con su sangre en la World Winners Cup, pero no pudo ver a su hermana: "Es como mi madre". Y, además, recibió una visita playera de lujo
En 2011, para el Mundial de Rávena en Italia, el playero Frank Velásquez estuvo con su hermana. Tuvo la dicha de compartir con ella, quien reside en suelo europeo, y con quien disfrutó el cuarto lugar de la Selecta.
Sin embargo, en este 2022, para la World Winners Cup, el salvadoreño Homer Velásquez, hermano mayor de Frank y técnico del equipo femenino la Barra, no pudo verla. Se quedó con esa espina.
Pero Homer, sí tuvo la oportunidad de estar con su sobrino, Heder Peralta. Fue la representación de su hermana en el evento. Y, de paso, un apoyo a los equipos salvadoreños en la competencia.
"Mi sobrino tiene cuatro años de vivir en Italia. Está aquí desde 2018. Ya hace dos años que no nos veíamos", contó Velásquez a CANCHA.
Por eso, la alegría de ver a su sangre fuera de las fronteras llenó este momento de su vida. "Ver un familiar que está lejos es muy importante para mí y una gran alegría. Y más si ya tiene algunos años de estar afuera, es emocionante", expresó.
"Quería ver a mi hermana, quien es como mi madre, pues ella ayudó mucho en mi crianza y me cuidó cuando era un bebé. Igual me quiere mucho como su hijo", expresó con emoción.
"Hubiese querido verla realmente, porque ya estaba en el mismo país, solo a unos kilómetros. Lástima", dijo.
Para el DT, sentir el "calorcito" de su familia en un evento de alto nivel lo hizo sentir como en casa. Y eso valió la pena.
"Se siente de lo mejor, porque tenés cerca parte de tu familia, a la cual uno quiere y aprecia mucho. Aparte, fue importante para nosotros aquí en Cagliari. Se siente uno muy alegre aunque sea una horas de compartir; luego, viene lo triste: la despedida", mencionó.
Durante el evento, Homer tuvo la posibilidad, así como las jugadoras nacionales, de compartir con un jugador de lujo de la modalidad playera: el portero Elinton Andrade. El salvadoreño estuvo satisfecho, ya que ambos se conocían con anterioridad y volvieron a verse y a platicar.
Una World Winners Cup que, más que fútbol, también dejó historias humanas. Eso es lo que hace más cercano lo playero a la vida de técnicos y jugadores.