Por grieta en represa: El Chaparral provocó un "desierto" en el río Torola
Las imágenes muestran como la tierra quedó erosionada y la zona totalmente desértica después de que el embalse se secara a causa de una fuga en el dique de la represa El Chaparral.
El río Torola representa una hoja en blanco para la historia hídrica de El Salvador. Es un territorio poco explorado que aún mantiene su estado salvaje. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
La tierra quedó erosionada y con fuerte olor a podrido. Algunos lugareños aún pescan. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Una vista aérea de la construcción inconclusa del puente de Carolina en San Miguel. La zona gris y desértica marca la línea de dónde subió el agua del embalse antes de que se alertara de una fuga en la presa El Chaparral. Foto EDH/ Eduardo Alvarenga 
Bukele prometió a los habitantes de Carolina un puente "de primer mundo" con un salto bungee jumping para incentivar el turismo en la zona. Solo este puente tiene un costo de $12.5 millones de dólares, según explicó el mandatario cuando llegó a colocar la primera piedra el 17 de febrero de 2022, hace más de un año. Foto EDH/ Eduardo Alvarenga 
Daños en el dique. / Foto EDH cortesía 
La temperatura aumentó desde que el embalse se secó debido a una fuga generada en un área de la represa El Chaparral que no fue contemplada, según habitantes de la zona. El día que fue tomada esta fotografía la sensación térmica era de 42 grados centígrados. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Según biologos consultados por este medio, la cantidad de los desechos vegetales por la inundación generan más contaminación en el agua y en el medio ambiente, así como el desplazamiento de especies nativas. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Así fue como quedaron los ausoles desde que bajó el embalse. Era un lugar de convivencia para las comunidades de la zona, después de la inundación son pocas las personas que se atreven a bañarse porque aseguran que las aguas están contaminadas por los residuos vegetales. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Foto antes del embalse. Una belleza natural y milenaria se esconde en el municipio de Carolina, San Miguel. Son los ausoles del río Torola que por muchos años ha sido reconocido como un atractivo turístico para locales y otros que llegan de visita. Foto EDH / Yessica Hompanera 
El 18 de febrero de este año, Nayib Bukele llegó en helicóptero hasta Carolina para “poner la primera piedra” de esta conexión sin mencionar el embalse a causa de la presa. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
A pesar de la deforestación y de la erosión del suelo provocado por la bajada del agua del embalse, la naturaleza comienza a reverdecer la zona. Sin embargo, pobladores denunciaron que CEL ya comenzó nuevamente a inundar la zona. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
En el municipio de Carolina la conexión que existía entre las siete comunidades del otro lado del río Torola era un puente colgante ubicado a unos 3 kilómetros del casco urbano. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Al no tener un puente las personas siempre buscan la manera de conectarse entre el casco urbano de Carolina y el resto de cantones que tiene. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Por allí pasaban, desde hace unos 20 años, personas, ganado, motocicletas y los insumos para abastecer tiendas. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Foto antes del embalse. Un trabajador en la zona del embalse que no quiso ser identificado señaló que tras la compra de los terrenos, CEL obtuvo la carta para comenzar a talar árboles y maleza en todo el perímetro del embalse en enero de 2020. Foto EDH / Yessica Hompanera 
Foto antes del embalse. Un grupo de pichiches ya disfrutan de las lagunas que se han formado en el embalse. Esta especie ya vivía en la zona. Foto EDH/ Yessica Hompanera 
Foto antes del embalse. La subida de las aguas del río Torola cubrió parte de la vegetación y cuando bajó esta quedó cubierta de lodo y muerta. Foto EHD/ Yessica Hompanera 
Izquierda: El valle del río Torola el 8 de junio de 2021. Derecha: El mismo lugar el 21 de septiembre. La línea de los árboles marca el nivel al que llegará el embalse. Los lugareños señalaron que fue en cuestión de horas la llena durante una lluvia intensa la noche del miércoles 14 de septiembre de este años. Se quejan que CEL no avisó e incumplió su promesa de comenzar en octubre. Fotos EDH/ Yessica Hompanera
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