A los 13 meses fue enviada hacia El Salvador, donde desembarcó junto a otros 17 animales en el puerto de Cutuco, en La Unión. En la foto: Héctor, uno de los colaboradores del zoológico en esa época posando con la Manyula, cuando esta tenía cinco años. Foto EDH/ Archivo 
Manyula fue presentada a los medios de comunicación el 28 de junio de 1955, cuando tenía tres años de edad, tras ser vendida al gobierno de El Salvador por la cantidad de 50,000 colones. Foto EDH/ Archivo 
En su cumpleaños número 50, la elefanta Manyula recibió un pastel de fruta, mientras era observada por todos los asistentes. Foto EDH/ Archivo 
Celebración del cumpleaños 55 de la elefanta Manyula en el parque Zoológico Nacional, evento al que asistieron cientos de personas. Foto EDH/ Archivo 
Aunque las condiciones del zoológico de El Salvador no eran las más adecuadas para estos animales, parece que la elefanta disfrutaba sus baños de polvo en su recinto. Foto EDH/ Archivo 
Fue presentada al público salvadoreño el 28 de junio de 1955. Al principio su nombre era Manduli, pero se cambió a Manyula. Foto EDH/ Archivo 
Manyula se llevaba muy bien con el exdirector de zoológico, Raúl Miranda, incluso en ocasiones la elefanta mostraba una conducta que podría interpretarse como de celos. Foto EDH/ Archivo 
La dieta diaria de la “reina del zoológico”, como fue denominada, incluía 100 guineos, 50 zanahorias, 50 remolachas, una piña, una sandía, 16 cañas de azúcar, 30 yucas, 50 naranjas y 50 elotes. Foto EDH/ Archivo 
Aunque sobrevivió a tres terremotos y dos guerras, los últimos días de Manyula fueron difíciles. Tras toda una vida en cautiverio la “prisionera” del Parque Zoológico Nacional murió el 21 de septiembre de 2010 debido a complicaciones renales. Foto EDH/ Archivo
FOTOS: Imágenes para recordar a Manyula, la elefanta que se ganó el cariño de varias generaciones
La elefante pasó toda su vida en cautiverio hasta que murió debido a complicaciones renales el 21 de septiembre de 2010. Manyula fue traída en junio de 1955 con un contingente de animales exóticos que el gobierno salvadoreño compró al zoológico Hagenbeck, en Hamburgo, Alemania.