"En un terremoto ese edificio les puede caer a los estudiantes": denuncian deterioro de instalaciones en escuela Tomás Cabrera
Un edifico decretado con bandera naranja por el deterioro de algunas áreas es evidente. La comunidad educativa clama por ayuda para su rehabilitación y confían que su voz sea escuchada.
El mal estado en el techo del lugar es una de las principales preocupaciones por parte de la comunidad de docentes, padres y estudiantes. Foto EDH/ Jessica Orellana
"Estamos con el primer edificio que tiene bandera naranja y han recomendado quitarle el techo porque es plafón”, afirmó el profesor Saúl Rosales, quien funge como director del centro de estudios desde fines del 2021. Foto EDH/ Jessica Orellana
El Complejo Educativo Tomás Cabrera, una institución educativa pública ubicada en el municipio de Cuscatancingo, parece estar en el olvido. Foto EDH/ Jessica Orellana
El también educador reconoce que estas condiciones afectan el proceso de enseñanza aprendizaje de los escolares, los desmotivan porque lo primero que ellos observan cada día al entrar a su escuela es el deterioro que tienen los cielos falsos. Foto EDH/ Jessica Orellana
Rosales sostiene que, en el tiempo que tiene en la institución, está tratando de hacer gestiones para solventar la problemática que afecta el desarrollo educativo, y se muestra contento porque los padres de familia se han mostrado muy receptivos y dispuestos. Foto EDH/ Jessica Orellana
El Complejo Educativo Tomás Cabrera tiene 30 profesores que brindan servicio educativo a alrededor de 400 alumnos, desde el nivel de Parvularia hasta bachillerato en modalidad general y vocacional opciones Mecánica y Hostelería, citó. Foto EDH/ Jessica Orellana
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Según explicó, este centro educativo encallado en el casco urbano también necesita que se le cambie el techo del otro edificio, que se reparen los sanitarios, así como las tuberías de aguas negras. Foto EDH/ Jessica Orellana
De acuerdo con lo externado por el director, hasta donde sabe, los daños de la institución comenzaron a ser visibles desde hace unos cinco años, pero se han agudizado. Foto EDH/ Jessica Orellana
Según narraron algunos profesores, debido a que los baños de uno de los edificios están muy dañados se vieron forzados a cerrarlos. Foto EDH/ Jessica Orellana
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El sistema eléctrico dañado, que anda por un costo de $70,000 (su recuperación). Foto EDH/ Jessica Orellana
Los educadores lamentan que el daño en el sistema eléctrico no permita tener clases más interactivas con los alumnos, utilizando las computadoras que están en el Centro de Recursos para el Aprendizaje (CRA), tampoco en los salones de clase porque no se puede conectar ningún equipo debido a que los toma corriente están deteriorados. Foto EDH/ Jessica Orellana
