¡Qué ahuachapaneco no disfrutó de un sorbete artesanal de cono o barquillo! La mayoría de personas, principalmente en su juventud, lo hizo al salir de clases cuando buscaban a don Alberto Isho, quien por 57 años preparó el helado para salir a comercializarlo en su carretón de madera y tres ruedas.
Foto EDH/ Cristian DíazSorbetes Nevada, como bautizó a su negocio, se instalaba en la intersección de la Avenida Francisco Menéndez Norte y 4ª Calle Oriente, de Ahuachapán.
Foto EDH/ Cristian DíazPor casi seis décadas, don Beto, como le llaman de cariño, elaboró sorbete artesanal y fue el encargado de ofrecerlo a sus clientes.
Foto EDH/ Cristian DíazSe levantaba muy temprano para preparar la venta porque, por ejemplo, para procesar ocho litros de leche, con el resto de ingredientes, se tarda hasta hora y media para obtener el helado.
Foto EDH/ Cristian DíazLamentablemente don Beto dejó de elaborar y comercializar el producto debido a que un derrame lo postró en cama por casi seis meses, esto sucedió en marzo de 2020, semanas antes de que entrara de lleno en El Salvador la pandemia provocada por el covid-19.
Foto EDH/ Cristian DíazSu recuperación fue lenta y a la fecha solo pequeñas secuelas, casi imperceptibles, le dejó el padecimiento; pero su familia ya no le permitió salir a a vender.
Foto EDH/ Cristian DíazEl negocio familiar casi desapareció hasta que su nieta, Julissa Abigaíl Isho Arévalo, tuvo la idea de retomarlo porque no quería permitir que parte de sus raíces desaparecieran.
Foto EDH/ Cristian DíazJulissa Abigaíl Isho Arévalo ya tenía un poco de práctica sobre cómo elaborar el sorbete pues recordaba que de pequeña iba a visitar a los abuelos y don Alberto la ponía con una de las herramientas utilizadas para batir la leche, que es colocada en una vasija.
Foto EDH/Cristian DíazAunque se requiere de fuerzas, el deseo y emoción de ser parte del negocio de su abuelo hacía que aquella niña ayudara a la elaboración del helado, sin imaginar que años más tarde, dichos conocimientos le servirían para ser el eje principal del negocio, ahora bautizado como Isho’s Factory.
Foto EDH/Cristian DíazLa joven contó que la decisión de no nombrar a la nueva iniciativa como Sorbetes Nevada fue para hacer honor al apellido de su abuelo, quien tiene 81 años.
Fopto EDH/Cristian DíazJulissa tiene 21 años, recordó que el primer día que retomaron la venta del sorbete artesanal fue el 16 de septiembre de 2020. Foto EDH/Cristian Díaz
La joven recibió un consejo de su abuelo quien le recomendó continuar con la misma calidad porque “eso va buscando la gente”.
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FOTOS: Sabroso sorbete artesanal se niega a desaparecer en Ahuachapán
Alberto Isho de 81 años, por más de cinco décadas preparó el helado para salir a comercializarlo en su carretón, instalándose en la intersección de la Avenida Francisco Menéndez Norte y 4ª Calle Oriente, de Ahuachapán. En marzo del 2020 el octogenario sufrió un derrame que lo obligó a dejar el negocio. Actualmente su nieta, Julissa Abigaíl Isho Arévalo, retomó el negocio.